A la vez, todos hemos visto como la paternidad nos cambia el corazón, nos rejuvenece y hace surgir en nosotros una ternura infinita. Yo lo vi en mis padres: ellos rejuvenecieron cuando fueron abuelos por primera vez… Vi el despertar de una nueva ternura que nos emocionó a todos sus hijos. La madurez es también una época para amar, para dar lo mejor de uno mismo.
El spot es la narración nostálgica de un hombre ya maduro que un buen día sabe que va a ser padre. Primero sobre viene el desconcierto, la angustia, el miedo a verse superado… Pero luego, cuando ve la carita del bebé recién nacido, todo cambia. Es preciosa la frase que pronuncia cuando coge al niño en sus brazos y lo recuesta sobre su hombro: “Entonces agarré el teléfono y llamé a todos mis amigos para decirles que la Beba y yo habíamos llegado a un acuerdo: Yo le cambio los pañales y ella me cambia la vida…”.
Esta publicidad llega en directo al corazón de la audiencia, y muy especialmente a quienes conocemos a padres que superaron los cincuenta. Creo que a todos nos ayuda a ver el mundo de otra forma. “Si pudiera elegir, elegiría tenerte…”.