Aquí
Hace más de una semana que no oigo las noticias. Ni siquiera he leído un periódico…La vuelta del viaje a Singapur, también ha sido una vuelta a la realidad que me rodea. Los mismos problemas, los mismos políticos ridículos, la misma pasión por el fútbol…
Pero hay dos cosas que me han dejado muy inquieta. Y reflexiva…
Dicen en las noticias nacionales, que en España, hay cuatro centros de cuidados paliativos infantiles. Es difícil armonizar estas dos palabras: “paliativo” e “infantil” pero , tal vez, la palabra que más me indigna es “cuatro”. Cuando acaban con la explicación de esta situación, acompañando la noticia con imágenes dramáticas, me informan que se aumentan las subvenciones a los partidos políticos en la Elecciones Europeas y que se ampliará a 32.000€ por escaño conseguido…”Cuatro centros de cuidados paliativos infantiles en toda España” me parece, entonces, un insulto. Muy, muy gordo…
También hablan de las energías renovables, del calentamiento global, de la tasa medioambiental…El poder del petróleo y sus mafias legales también me inquieta. ¿A nadie le asombra-muchísimo-que un país con tanto sol no haya desarrollado la aplicación de energía solar en los hogares? Son tantas cosas. Tantas pifias locales, nacionales, mundiales…
Estoy sentada en la mesa de la cocina delante de mi portátil cuando la oscuridad cubre el cielo totalmente. Mi cerebro intenta asociar esa negrura intensa a la cercanía de una tormenta pero hay algo especial en ese tono que me hace desconfiar. Me asomo a la ventana y veo que ese velo negro que cubre el cielo no es normal. Miro mi reloj. Son las cinco de la tarde, de un día primaveral en Barcelona pero…parece que sea de noche…noche extraña.
Me conecto a Twitter, enciendo la tele y la radio… Nadie se explica por qué el cielo está negro y el sol ha desaparecido, completamente, del horizonte.
Es posible que haya llegado “El día”. Ese , en el que un meteorito impacta en la tierra o que pasa algo ahí fuera, en el Universo , que pone en peligro nuestra frágil existencia. Son probabilidades que siempre me han inquietado.
Oigo las primeras sirenas…
La ciudad se enfurece. La gente está desconcertada y el caos invade las calles.
El cielo está más negro que nunca…
Allí
(Conversación entre padres)
- Ya te dije que no era buena idea regalarle esa mascota a la niña….¿Un planeta?¿Cómo pudimos creernos eso de “yo lo cuidaré y lo vigilaré y tendré cuidado con la evolución”?¡Si ni siquiera supo cuidar de una pequeña provincia en el juego de Países!
-No la regañes mucho. Ha estado 2014 años haciéndolo bastante bien… Ya se ha cansado…Es normal, es una niña.
-. ¿Bien? Si allí hay más de seis mil millones de humanos y mil millones se mueren de hambre. Y…Están intoxicando el planeta…Si lo tienen a punto de romperse del todo… Mira, es mejor que se haya cansado y lo haya apagado. Mañana me lo llevaré al punto de reciclado de planetas… Ahora bien, ya te digo ahora que no le pienso comprar ningún juguetito más. ¡Y menos otra mascota!
-No te pongas así… Sólo es una niña…