Cuando nos fuimos a despedir en el aeropuerto, mi hijo estaba distraído viendo uno de sus tantos muñequitos favoritos. Nos dimos un beso, un abrazo, nos dijimos "te amo" y cerré la puerta. Confieso que, mientras veía el auto distanciarse, sentí la necesidad de correr y volver a besarlo, abrazarlo y decirle "te amo"con mayor intensidad.
Detesto volar. Soy de esas que hiperventila cuando el avión alza vuelo. Requiero de varios minutos de respiración profunda para lograr estabilizarme. Pensé lo estúpida que fui. ¿Y si no lo vuelvo a ver? ¿Y si este aparato se cae y no puedo volver a abrazarlo, sentirlo? ¿Qué recordará él de mi? :(
Nada, que metí la pata. Debi hacer lo que acostumbro hacer todos los días, vivirlos como si fuera el último.
---Hijo mío, ahora solo quiero que pase rápido el tiempo para poder volver a abrazarte. Te amo, nunca lo dudes.