- Deja de correr. Disminuye el ritmo, anda o incluso para. Los perros consideran una presa a todo lo que se mueve.
- Date la vuelta y anda en la dirección opuesta al perro. Habla al perro con palabras cariñosas y enséñale las manos para que no te vea como una amenaza.
- No mires al perro a los ojos. Muchas razas de perros consideran una amenaza que los mires a los ojos, tampoco lo pierdas de vista mientras te escapas.
- LLeva un silbato especial para espantar a los perros. Aunque algunas personas dicen que esto es contraproducente porque los enloquece.
- Hazte una bola. Si el perro decide atacarte, cubre la cabeza y hazte una bola para intentar proteger las zonas más blandas como la garganta, cara y estómago. Grita ¡fuego! para llamar la atención y que puedan socorrerte.