A Stefano, que tiene treinta y cinco años y ha vivido los últimos cinco con Valentina, no le resulta fácil resignarse a que su matrimonio se rompa y a perder a la única mujer a la que ha querido de verdad. Mientras intenta encontrar la manera de reconciliarse con Valentina, rememora las diferentes fases de su relación con ella.
Stefano es una persona tolerante, servicial, el ojito derecho de su madre –al igual que muchos hombres-, tiene un trabajo estable y poca inclinación a tomar la iniciativa. Valentina, por su parte, es una joven lista e inquieta, un tanto insegura, con veleidades intelectuales y la ambición de hacer carrera en el mundo editorial. A pesar de ser tan distintos, los dos se gustaron desde el primer momento y, después de superar la “prueba de convivencia”, decidieron formar una familia.
Pero los pequeños y grandes problemas cotidianos, el contraste entre los dos caracteres –que en ocasiones hace saltar chispas- y, sobre toso, las pequeñas y grandes mentiras sobre las que han construido su relación, hacen que ésta salte por los aires. ¿Lo han perdido todo o ha llagado la hora de que los dos maduren?
“Una historia de amor narrada por una voz masculina sincera, sin concesiones y llena de sentido del humor. Si todo fuera perfecto es una novela que confirma a la italiana María Daniela raineri como una de las escritoras más talentosas de su país”
¿Cuántas veces hemos leído una novela con el consabido: y se casaron y vivieron felices? Muchas, pero antes de llegar a ese final feliz, imaginamos una historia a rebosar de obstáculos, dramas y un desenlace feliz que hace que todo haya merecido la pena. Sin embargo, en la vida real todo transcurre de manera mucho más anodina, sin héroes dispuestos a dar su vida ni mujeres que lo sacrifican todo por su amor. Si todo fuera fácil es una de esas historias, un retrato de una pareja normal, tan anodina que bien podrían ser nuestros amigos o vecinos. No hay grandes giros que marquen un antes y un después, hasta que todo explota…Lo que hace diferente la novela es su narrativa en primera persona, desde el punto de vista de un hombre: Stefano. Es un chico treintañero, poco ambicioso, que no disfruta con su trabajo, pero valora el preciado contrato indefinido que le garantiza un sueldo medio seguro. Le gusta jugar al futbito con sus amigos, y vive con su madre, que se lo pone todo fácil. Creo que es el retrato de muchos jóvenes de esa edad en la actualidad. El día que conoce a Valentina, nada le induce a pensar que será la mujer de su vida, de hecho ni siquiera la busca; la tierra no tiembla, las campanas no repican al vuelo, ni siquiera le cae especialmente bien. Su relación empieza de forma casual y lentamente toma consciencia de lo mucho que disfruta de su presencia hasta ambicionar algo más duradero. A partir de entonces, las confesiones de Stefano nos desvelan sus dudas, sus sacrificios, su egoísmo, sus concesiones y su amor por Valentina, una mujer encantadora, pero también llena de defectos, tantos como los de él.
María Daniela Raineri
Si todo fuera fácil es una novela sencilla, con tinte divertido en algunos casos, con personajes anodinos, incluso los segundarios son del montón. Nada sobresale, sin embargo he disfrutado con las confesiones de Stefano. Comete errores, algunos flagrantes, digno del más egocéntrico caprichoso (por no decir algo más contundente), pero también conmueve su buena voluntad por allanar siempre el terreno no siempre fácil que representa su relación con Valentina por ser ambos tan opuestos. Es como un niño grande que se niega a dar el paso que le convertirá en un hombre responsable y no siempre consciente de su egoísmo.A través de los ojos del protagonista conocemos a Valentina. Ella tampoco tiene nada especial. Incluso llega a ser desquiciante. En este caso, y no sé hasta qué punto es fiable la manera en que Stefano nos cuenta su perspectiva de las mujeres en general, y de su novia en concreto (después mujer), ya que la novela la ha escrito una mujer. Ninguno de los dos cae mejor que el otro, los dos son imperfectos, se equivocan. Ella me irritaba algunas veces y Stefano me decepcionó mucho. Por eso mismo me preguntaba, al leer la novela, hasta que punto podemos criticar lo que haga nuestra pareja si nos volvemos insensible con el paso de los años y dejamos de prestar atención a nuestra relación, dejando que las obligaciones, las que nos impone la vida rutinaria y las que nos imponemos nosotros mismos, nos haga olvidar lo que nos enamoró del otro. Tanto Stefano como Valentina son responsables de lo que les sucede, él por inmaduro y egoísta, ella por insegura y mandona. Si todo fuera fácil es una novela ligera, amena, con una prosa rápida que puede llegar a caer en algunos tópicos, no obstante también toca temas profundos que pueden llegar a cambiarlo todo en una relación por romperse un requisito incuestionable: la confianza, y dejar que las mentiras, los silencios y las verdades a media se interpongan. Es un retrato sencillo de una pareja corriente, del amor sin una gran A mayúscula pero no menos enternecedor, de los roces que produce la convivencia, las relaciones familiares, los cambios y el precio a pagar por los errores.No la catalogaría como contemporánea, en este caso podría decepcionar al lector porque no tiene realmente el patrón que caracteriza ese género, me ha recordado un chick lit masculino, con la misma ironía sobre las relaciones de pareja, el trabajo y la amistad.