«Si trabajas diez horas fuera de casa no puedes conciliar nada, seas madre o padre» Carlos González

Por Mamikanguro @MamiKanguro

Por LAURA FONSECA LFONSECA@ELCOMERCIO.ES | OVIEDO.
Nota original acá

Tiene una legión de seguidores en las redes sociales y desde la edición de su primer libro ‘Mi niño no me come’, allá por 1999, ha dado a luz a otras siete publicaciones, la última ‘Creciendo juntos’, en 2013. Carlos González (Zaragoza, 1960) es pediatra, escritor, padre de tres hijos, defensor de la crianza con apego (algo así como estar con los niños todo el tiempo que se pueda) y un convencido de que se dé el pecho. Preside la Asociación Catalana Pro Lactancia Materna y es asesor de Unicef. González participa este fin de semana en Oviedo en las II Jornadas de la Salud de la Mujer donde no dejó indiferente a casi nadie con sus consejos.

-¿España promociona lo suficiente la lactancia materna?
-Hay mucha gente trabajando en la promoción de la lactancia materna, pero básicamente se trata de iniciativas particulares. Ahora, si me pregunta por los gobiernos, le diría que hacen bien poco por este tema.

-¿Y eso, a qué se debe?
-Hay todavía muchas falsas creencias que les meten a los padres en la cabeza, como lo de dar el pecho diez minutos cada tres horas, o tonterías así. En algunos hospitales hay prácticas que dificultan el apego porque separan al niño de la madre nada más nacer. No obstante, a mi entender el principal problema es que el permiso de maternidad en España es de sólo cuatro meses, el más corto de Europa.

-Muchas mujeres tienen que interrumpir la lactancia al volver al trabajo, ya que buena parte de las empresas no dan, lo que se dice, facilidades.

-Se podría seguir dando leche materna, pero es un poco complicado y las mujeres necesitarían más apoyo e información. Pero no sólo es dificultoso dar el pecho, también es complicado que los padres puedan criar bien a un niño de seis, siete u ocho años por falta de tiempo.

-¿Y en otros países cómo lo hacen?
-En los países nórdicos el permiso de maternidad es de un año y aquí, como dije antes, de cuatro meses. La diferencia es notable.

-Dar el pecho, ¿hasta cuándo?
-Lo que dice la Asociación Española de Pediatría y la OMS es hasta los dos años como mínimo y luego, lo que quieras.

-Hay madres que llevan muy mal tener que interrumpir la lactancia por motivos laborales. Les produce mucha culpa y eso tampoco es bueno, ¿no?

-¡Claro que se lleva mal! Poder amamantar a tu hijo es una cosa muy importante en tu vida y más que culpa yo hablaría de rabia. También se sienten mal las mujeres que quieren tener un hijo y no pueden. Esas cosas se llevan mal porque te frustran.

-¿La conciliación familiar y laboral es una panacea?

-Hay que quitarse la venda de los ojos. La conciliación familiar y laboral no existe en España y no puede existir. Si trabajas ocho o diez horas fuera de casa no puedes conciliar nada, seas madre o seas padre. Otros países lo han logrado pero porque dan permisos mucho más amplios. Es así de simple. En España si quieres conciliar te lo tienes que pagar tú, porque te obligan a renunciar a parte de la jornada laboral y a cobrar un sueldo menor, además de perder la promoción laboral, etcétera, etcétera.

-Usted tiene tres hijos, ¿cómo lo hizo?
-Bueno, ahora ya están mayores, tienen entre 22 y 30 años, pero lo hice como pude (se ríe). Mi esposa y yo nos fuimos turnando. Primero cogía uno el permiso, al principio fue ella por la lactancia, y luego, yo.

-¿Sus consejos parten como pediatra o como padre?
-Pues como ambas cosas.

-¿Aplicó con sus hijos estas teorías o fue más ensayo/error?
-Hice lo que todos, que es ir probando y quedarme con lo que me resultaba mejor. El único consejo que puedo dar a los padres es que apliquen el sentido común, ni más ni menos. Ahora hay mucha teoría en torno a esto de la crianza. En las librerías, la sección de maternidad es más amplia que la de novela policíaca.

-Tiene gracia que diga usted eso que lleva escritos ya ocho libros.
-Ya ve, pero es que es así. Nuestros padres o abuelos no tenían todos estos libros. Pero, claro, los niños estaban más tiempo en familia. Hemos intentando sustituir la práctica con una dosis enorme de teoría. A cuidar a tus hijos aprendes en el día a día y si estás dos o tres horas con el niño, pues aprendes poco.

-Ya, pero el modelo del que habla y que todavía perdura es el de la madre en casa criando a los hijos y el padre fuera trabajando.
-Si ese modelo no nos gusta, lo que hay que hacer es repartirlo, cambiarlo. Si mi padre pudo mantenernos y enviarnos a la universidad con un solo sueldo, ¿cómo es posible que ahora hagan falta dos sueldos? A mi me parece magnífico que las mujeres trabajen, pero igual lo que hay que hacer es que trabajemos cuatro horas cada uno, si no, nos han estafado.

-Dice usted que no pasa nada porque el niño duerma en la cama de sus padres.
-A los padres les asustan con muchas tonterías. Cada familia debe ensayar su propio modelo. Hay a los que le resulta bien que el niño duerma en su habitación y hay familias a las que no. Todos hemos dormido en la cama de nuestros padres y tan mal no hemos salimos.

-Un niño que pasa mucho tiempo en brazos, ¿será un consentido?
-Otra ridiculez. Porque tu bebé esté mucho tiempo en brazos no se va a convertir en su juventud en un fumador de porros… ¿Qué significa que va a ser un consentido? ¿Que no va a recoger su habitación o que va a suspender en clase? Eso le pasa a más de la mitad de los jóvenes (bueno, lo de la habitación diría que a casi a todos).

-¿Conclusión?
-Que los padres se guíen por el sentido común, y que achuchen mucho a sus hijos. Todo lo que quieran.