A la hora de tomar decisiones, a veces, dejamos a un lado la objetividad y seguimos el consejo de los sentimientos. Este tipo de decisiones se denominan "decisiones por impulso" o, en lenguaje anglosajón, "snap decisions". A continuación proponemos una situación que aclara las consecuencias que una snap decision puede tener en el mundo empresarial.
Imagine usted, por treinta minutos, que es la persona responsable de ventas en España de la Compañía Freixenet, S.A.
En una reunión precipitada, el Presidente de la Compañía le encarga lo siguiente:
"Necesitamos un mínimo plan de de marketing para después de las Elecciones al Parlament de Catalunya del próximo 27 de Septiembre; apáñese Usted como pueda con los responsables de cada zona, y analice qué debemos hacer ante cualquier posible resultado; se acerca Navidad y necesitamos estar preparados para lo que pueda ocurrir; y recuerde, si nuestra imagen Corporativa queda dañada, podemos tener problemas importantes".
El presidente de la Compañía no le ha preguntado por su parecer político sino que le ha encargado un plan de marketing porque supone que usted, además de ser un profesional experto, sabe analizar decisiones de forma objetiva. ¿Qué le parece la situación?
La Toma de Decisiones sería muy sencilla si existiera una fórmula para cada situación, pero no la hay.
Si analizamos la evolución de los anuncios de Freixenet es más fácil entender que en un entorno empresarial, las snap decisions se utilizan para procesos que no conllevan riesgo. ¡Felices burbujas!
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