Lo más importante que podemos hacer, cuando la vida nos da limones, no es solo hacer limonada, es sacar la lección que trajo consigo lo que nos haya ocurrido. Es fundamental que tomemos ese tiempo para reflexionar sobre nuestros errores, aceptar con humildad lo que no salió como deseábamos y tomar acción para seguir evolucionando como seres humanos.
Lamentarnos o mirar hacia atrás es una pérdida de tiempo. Ante cualquier adversidad que nos trae la vida, solo nos queda levantarnos, limpiarnos las rodillas y seguir caminando con nuestra mejor sonrisa y actitud positiva!
Nunca olvidemos que la noche se pone más oscura cuando va a amanecer...