SIEMPRE APARECE EL SOL
En su último disco con Willie Colón, hace ya unos cuantos años, Rubén Blades hizo una canción esperanzadora llamada: Tras la tormenta. En ella, decía el coro con emocionante reiteración: Siempre aparece el Sol tras el aguacero/ siempre tras la tormenta llega la calma/ después de los tiempos malos, llegan los buenos/ y premian a los que no rindieron sus almas!!Juntos antes, y ahora separados, tanto Willie Colón, como Rubén Blades, han demostrado su amor y su solidaridad con nuestro país como una muestra de agradecimiento hacia una sociedad que siempre les brindó respaldo a su calidad musical, y su preocupación recurrente por los problemas de América Latina, y en especial de Venezuela, donde siempre fueron recibidos con verdadero entusiasmo.Viene a cuento esta canción, aunque casi todas las que hicieran juntos fueron de nuestro agrado, a propósito de la situación de nuestro país en la actualidad, luego de 18 largos años de errores y corrupción vandálica generalizada en contra del erario público, y de las posibilidades de nuestros compatriotas en todos los sentidos.Escoja usted el área que desee para descubrir nuestra depauperada condición. Si se detiene en lo económico, nadie puede negar que nuestro país en esta era del socialismo del siglo XXI, ha dispuesto de las más grandes, y colosales cantidades de dinero que pudieron haber servido, no sólo para crear las condiciones de desarrollo de nuestra sociedad en términos de la participación de la ciudadanía en la prosperidad, según su vocación y formación, sino que pudo haber significado el lanzamiento definitivo en la ruta de la consecución del bien común, a la que aspira toda sociedad con sanas ambiciones. Se persiguió al sector privado de la economía casi hasta su destrucción, y con ello se impidió la generación de empresas, industrias, y emprendimientos que a su vez generaran muchos empleos bien remunerados para la satisfacción de nuestros ciudadanos, quienes ahora han tenido que emigrar por cientos de miles, para buscar en el exterior la prosperidad que nuestro gobierno les ha negado sistemáticamente.
Si nos detenemos en lo social, hoy somos el país con el peor desempeño. Nuestros compatriotas con menos posibilidades, y quienes precisamente pusieron todas sus esperanzas en un discurso que prometía la redención y la felicidad, hoy son vistos tirados junto a sus familias en un basurero para llevarse a la boca un desecho sucio, frio, y maloliente para no desfallecer en cualquiera de nuestras ciudades y pueblos, frente a la mirada impávida de nuestros gobernantes. Si nos aproximamos a lo político, tenemos que concluir que también somos el país con las más amplias dificultades, toda vez, que no se respeta desde la cima del poder la vigencia de la constitución, como marco jurídico y político que abriga la existencia de un sistema político democrático.Por el contrario, se auspicia desde el poder, su desconocimiento y vulneración con la implementación de una asamblea nacional constituyente, a todas luces ilegítima, e inconstitucional, tal como han advertido todos los factores mundiales concernidos tanto con la política, como con el derecho, y no obstante, el gobierno sigue adelante con su conducta que termina siendo un despropósito que solo conduce al despeñadero.Sigue habiendo hambre, miseria, corrupción, inseguridad, pobreza, escasez y muerte. Nada de eso se ha corregido; somos un país muy pobre y triste.
Sin embargo, no perdamos la fe. Sigamos luchando, pues siempre tras la tormenta, llega la calma. Los mejores tiempos para la redención, y la felicidad del pueblo venezolano están por llegar. Solo con la democracia es posible, derrotémoslos!!Román Ibarra @romanibarra“Las imagenes que salen en la portada, no son de responsabilidad del autor del escrito”TwittearEnviar este artículo a tus seguidores