Siempre regresará febrero con sus dolores, la soledad de días grises y domingos luminosos que cincelan la luz como un lienzo velazqueño. Con caminos perdidos en el recuerdo y lluvia que acompaña la impertinencia de los sueños. Paisajes lejanos en busca de una emoción solitaria y charlas que tejen la ilusión esquiva. Febrero siempre se yergue en la memoria como un puente del invierno, por donde el frío ha de transitar para dejar paso a la eclosión primaveral. Deja atrás la congelada esperanza para desembocar en la tibia realidad. Febrero siempre ha de retornar para hacernos recordar que mañana, felicidades, otro día amanecerá.
Siempre regresará febrero con sus dolores, la soledad de días grises y domingos luminosos que cincelan la luz como un lienzo velazqueño. Con caminos perdidos en el recuerdo y lluvia que acompaña la impertinencia de los sueños. Paisajes lejanos en busca de una emoción solitaria y charlas que tejen la ilusión esquiva. Febrero siempre se yergue en la memoria como un puente del invierno, por donde el frío ha de transitar para dejar paso a la eclosión primaveral. Deja atrás la congelada esperanza para desembocar en la tibia realidad. Febrero siempre ha de retornar para hacernos recordar que mañana, felicidades, otro día amanecerá.