En la tele, en cambio, el anuncio gancho de una universidad privada me hace reflexionar. Todo muy estudiado, imágenes encadenadas a velocidad considerable y varios testimonios de presuntos estudiantes, en realidad actores y actrices jóvenes que ensalzan la excelencia del servicio exclusivo. Me preocupa que casi todos los chavales se ajusten a los cánones, que vayan de pijos, hablando en plata, y me sorprende que una de ellas diga que encontrará trabajo seguro. ¿Seguro? Seguro. ¿Conclusiones? Demasiadas. Al menos, el parné queda en casa, o no.
En la tele, en cambio, el anuncio gancho de una universidad privada me hace reflexionar. Todo muy estudiado, imágenes encadenadas a velocidad considerable y varios testimonios de presuntos estudiantes, en realidad actores y actrices jóvenes que ensalzan la excelencia del servicio exclusivo. Me preocupa que casi todos los chavales se ajusten a los cánones, que vayan de pijos, hablando en plata, y me sorprende que una de ellas diga que encontrará trabajo seguro. ¿Seguro? Seguro. ¿Conclusiones? Demasiadas. Al menos, el parné queda en casa, o no.