He amado Dracula y Frankeinstein por ser unos incomprendidos y desear tan solo, aquello que todos buscamos: amor.
He amado Hamlet por enloquecer al ver la crueldad y el veneno que cubren el mundo con su oscuro manto.He amado a los malos de los cuentos porque la vox populi les obligó a quedar por debajo del protagonista, relegándolos al miedo y al odio de aquellos que no entienden a los diferentes.Os amo a vosotros, aquellos que perdisteis la patria de vuestra esperanza y vuestro corazón.Amémonos a nosotros ¡oh! Seres mortales, comunes e imperfectos, que la imperfección es belleza, que la belleza está en la cabezaO quizás solo he amado aquello que me resultaba familiar, a aquellos que tampoco han encontrado su lugar en el mundo.
Siempre he sido fiel defensora de las causas perdidas, de los personajes cuyas fortunas les han dejado de lado.