Otra vez y van más de 40 desde que practiqué los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, el año 1973, en Salamanca. Y nuevamente tengo que decir como su invento, San Ignacio de Loyola a su profesor de la Sorbona, el Dr. Miona: "Siendo los Ejercicios Espirituales (EE) todo lo mejor que yo en esta vida puedo pensar, sentir y entender, así para el hombre poderse aprovechar a sí mismo como para fructificar, ayudar y aprovecharse a otros muchos". Y si tuviese que elegir entre las mil y una posibilidades para arreglar el mundo, para mejorar, para vivir en plenitud, mi respuesta está muy clara: HAZ EJERCICIOS ESPIRITUALES. Yo dedico 8 días al año y les confieso que es lo mejor que puedo hacer y lo mejor que les puedo ofrecer. Ya ven por qué no he navegado por este continente, el Señor me ha vuelto a regalar con esta semana larga para Él y para el alma. Mil gracias. Borrón y cuenta nueva. Comenzamos con la ilusión del primer día y como si fuera el último. Me he releído las obras de Santa Teresa con el mayor gusto. ¡En todo amar y servir! Les comparto dos vistas del panorama que contemplaba cada atardecer.