El Parque Natural Sierra de Cebollera en La Rioja, se sitúa en la vertiente norte del sistema Ibérico, en el valle del río Iregua, dentro de la Comarca de Camero. Es un parque de montaña con el bosque como protagonista del paisaje y la trashumancia y la lana fina de un glorioso pasado económico.
Visitarlo
Es un parque ideal para practicar senderísmo, bicicleta o fotografía, viajar con niños, en pareja o simplemente conocer mejor La Rioja. Se puede acceder desde Villoslada de Cameros donde está el centro de interpretación, que conviene visitar, y emprender ruta por la carretera que sigue al río Iregua.
Desde la ermita de Lomos de Orio podemos emprender la ruta de las cascadas en la que encontraremos el arroyo de Puente Ra formando en su curso alto numerosos saltos de agua que originan pequeñas cascadas de gran belleza.
Por el camino habremos atravesado bosques de haya, entre los 1.200 y los 1.700 metros de altitud, que en otoño adquieren tonalidades ocres, amarillas y rojizas fascinantes. Más arriba, alcanzando lo 1500 metros, recorreremos los característicos pinares de pino silvestre de Cameros.
El otoño en este parque es especialmente colorido, precisamente por la diversidad de su vegetación. Hayas, rebollos, abedules, robles, arces, serbales, mostajos, olmos, álamos temblones y fresnos recrean toda la gama de colores desde el amarillo al ocre y al rojo. Todo sobre un fondo verde perenne que mantiene el pino negro y el pino silvestre.
Los habitantes de estas tierras eran pastores. Ya en el Neolítico practicaban un pastoreo trashumante, aposentándose durante el verano en las zonas elevadas de la sierra aprovechando el pasto y emigrando durante el invierno a las tierras más templadas de los Valles del Ebro y del Duero, en busca de alimento para sus ganados.
Entenderlo
Sierra Cebollera es una isla verde en medio de climas y paisajes mediterráneos de los valles del Duero y del Ebro, y esta condición determinó en buena medida su historia.
Los pastos de montaña, frescos durante el verano proporcionaban alimento fresco y abundante para el ganado en épocas en que otros pastos quedaban agostados. Con este potencial exclusivo podían, a través de la trashumancia, producir un recurso de muy alto valor y escasa competencia: la lana fina obtenida a partir de las ovejas merinas trashumantes.
La cabaña se desarrolló de forma espectacular; cientos de miles de cabezas lanares llegaron a recorrer toda Castilla y los ganaderos de la zona llegaron a disponer de la “mayor renta per cápita” de Europa gracias a la lana de oveja que se exportaba o trabajaba en las fábricas textiles de la zona y limítrofes.
Pero en el siglo XVIII la Mesta se convierte en el centro de los ataques de políticos e intelectuales ilustrados que veían en ella un reducto de privilegios inaceptables y un obstáculo al progreso. Además, la agricultura estaba necesitada de una urgente reforma.
La Mesta perdió privilegios, las necesidades agrícolas redujeron los pastos y en consecuencia los grandes rebaños se hicieron insostenibles y el número de cabezas disminuyó rápidamente, hundiéndose así la trashumancia en Sierra Cebollera.
La población tuvo que emigrar, los pastos se abandonaron y el bosque inició su recuperación. El primer colonizador fue el pino, su gran capacidad de adaptación a las nuevas condiciones edáficas, la gran resistencia a la sequía estival y al frío de las cotas más elevadas permitieron que se asentara ventajosamente en las zonas en las que el ganado se había retirado.
La presencia del pino permite el asentamiento y avance de los árboles de hoja caduca y así progresivamente, y de forma natural, se va restaurando el antiguo paisaje compuesto de hayedos y robledales.
Hoy en día, el bosque se percibe como una fuente de recursos y un elemento del paisaje. Aumenta el censo de ganado vacuno y aparecen los primeros rebaños de yeguas en régimen extensivo. También empieza a cobrar relevancia el aprovechamiento cinegético. El trabajo forestal permanece a la cabeza de todos mediante el empleo generado por la conservación y explotación de los bosques existentes.
Vale la pina visitar el Centro de la Trashumancia Justo antes de comenzar la subida al Puerto de Piqueras, para entender más la historia de este bello parque natural y también para obtener otra perspectiva del parque esta vez desde su porción este.
¡Buen viaje!
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