¿Que persona asidua a la Sierra de Guadarrama no conoce la Cuerda de Las Cabrillas, en el "corazón" del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama?, ya sea caminando, o escalando en sus canchales. Esta modesta estribación arranca al S de la 1ª Guarramilla, extendiéndose hasta las cercanías del viejo Collado del Portazgo (hoy cruce de las carreteras Villalba-La Granja y Cerceda-Cercedilla) y sirviendo de divisoria natural de los valles de La Barranca y del Regato del Puerto. Este sector de la Sierra tuvo su apogeo en los comienzos del siglo XX, en pleno fervor por descubrir estas montañas.
En las Guarramillas quedó impresionado con un atardecer Francisco Giner de los Ríos. El Ventorrillo fue núcleo neurálgico de los primeros "patinadores" (encabezados por Manuel González de Amezúa); acogió edificaciones entre las que se encontraba la Estación de Biología Alpina de Guadarrama donde científicos como Ignacio Bilivar, o Carlos Vidal Box trabajarón en el descubrimiento y conocimiento de esta Sierra; cercana a esta estación la Institución Libre de Enseñanza (ILE) construyo "La Casita", que sirvió como base para excursiones y colonias en la Sierra; y en un hombro de este contrafuerte se construyó el Real Sanarorio de Guadarrama para los enfermos de tuberculosis.
Leer a los "clásicos" de la literatura de montaña, a quienes describieron la Sierra de Guadarrama cuando era una total desconocida (salvo para los que desarrollaban oficios tradicionales en ella), nos permite rastrear la evolución de la toponimia serrana, que en esta Sierra es abundante. Ya en los comienzos del siglo XX, Constancio Bernaldo de Quirós escribía sobre la "corrupción" y conversión de diversos topónimos serranos; claros ejemplos son las Guadarramiellas del Libro de la Montería, transformadas en Guarramillas, o incluso Guarramas (en un tono digamos popular, como Pedra respecto a Pedriza), o el Puerto del Paular convertido en el de Cotos.
Y es con la lectura de textos antiguos cuando se descubre lo que mapas topográficos y la "nueva literatura" de montaña han ido arrinconando con el paso del tiempo. El propio Constancio en su ""...La Guia Alpina del Guadarrama" al describir los límites, divisiones y cumbres de esta sierra, nombraba la "Sierra del Royo" como contrafuerte divisorio de los valles altos de los ríos Manzanares y Guadarrama. En estos comienzos del siglo XX, junto al descubrimiento de la Sierra de Guadarrama aparecían las primeras guías descriptivas de la sierra, siendo en una de ellas (firmada por José Fernández Zabala, socio fundador de la Sociedad Peñalara) en la que hace mención a la Sierra del Royo. En "Excursiones al Guadarrama" (tomo I), capítulo Itinerarios a La Maliciosa, Zabala escribe en el primero de ellos: Garganta del Infierno, en cuyo fondo corre el arroyo Samburiel, queda á nuestro frente, y á la derecha se eriza la Sierra del Royo-en cuya ladera Oeste están talladas la carretera del Puerto y la senda que hemos traído-con las afiladas agujas de Los Camorritos..."
Sierra del Royo vista desde la ascensión a las Guarramillas
Otro dato interesante que Zabala nos "descubre" lo encontramos en el capítulo "...Durante la subida habrá podido admirar a su derecha el panorama de Itinerarios a Siete Picos del mismo libro, en referencia a unas peñas que integran la Sierra del Royo, y donde podemos leer: Los Camorritos (1), y al pie de ellos, la culebreante carretera del puerto..."
(1) Peña Pintada, según el Instituto Geográfico: el autor prefiere el nombre indígena al que la ciencia oficial le ha dado.
Mapa de Cercedilla 1:50000 hoja 18-20 del Servicio Geográfico del Ejercito
Consultados diversos mapas topográficos, no encontré rastro de la Sierra del Royo, ni de las peñas de Los Camorritos, salvo en el editado por el Servicio Geográfico del Ejército, donde aparece el topónimo Sierra de Camorritos en referencia a la Sierra del Royo o Cuerda de las Cabrillas, dato este último que registra Cayetano Enríquez de Salamanca en 1981 en su libro "Por la Sierra de Guadarrama".
Sierra del Royo o Cuerda de las Cabrillas vista desde el Alto de las Guarramillas
Ya en publicaciones más modernas encontramos la Sierra de Camorritos en el libro "Lectura del Paisaje de la Comarca Alto Guadarrama Alto Manzanares: Un Legado Histórico", pero ni rastro de la Sierra del Royo.
Sea como fuere, me ocurre como a José Fernández Zabal, que prefiero los nombres indígenas a los más modernos que la ciencia u otros motivos se encargó de cambiar. El problema está que si ahora alguien nombra a la Sierra del Royo, muy pocos sabrán que sierra será a la que se están refiriendo. Quizás lo mejor para que los viejos topónimos no desaparezcan sea que antiguo y moderno convivan juntos.
"Obras del Guadarrama", Constancio Bernaldo de Quirós. Ed. R.S.E.A.P. y C.A.M. 2003.
"Excursiones al Guadarrama" (tomo I), José Fernández Zabala. Ed. R.S.E.A.P. y C.A.M. 2006.
"Por la Sierra de Guadarrama", Cayetano Enriquez de Salamanca. Ed. ECS-Aro Artes Gráficas. Madrid 1981
"Lectura del Paisaje de la Comarca Alto Guadarrama Alto Manzanares: Un Legado Histórico", Daniel F. Jiménez, Fernando Santa Cecilia, Rafael Mata Olmo. Ed ADESGAM 2005 (Madrid)
© Texto y fotografía de Rafael Rodríguez