Hábitos saludables para estas navidades
En las navidades y las semanas previas comenzamos a cambiar nuestros hábitos alimenticios con la excusa de que sólo son unos días. Nos decimos que cuando pasen estas fechas nos pondremos a régimen y podremos controlar los excesos perdiendo esos kilos de más. Lo que no nos damos cuenta es de la influencia que tiene nuestra alimentación en nuestras emociones y pensamientos, así aunque nos pongamos a dieta tras las navidades habrá pasadofactura a nivel emocional. De hecho tras las fiestas suelen venir más personas a consulta por la removida sufrida en las vacaciones. Para evitar o reducir el malestar emocional has de ser más consciente de cómo la alimentación y tus hábitos diarios influyen en tu salud emocional.Para explicarlo claramente empecemos por lo básico: estamos constituidos por tres cuerpos:- El cuerpo físico que es el que vemos, tocamos y sentimos
- El cuerpo emocional, que no tocamos pero sentimos, por ejemplo sensaciones físicas de tristeza, angustia y alegría.
- El cuerpo mental, no lo sentimos pero su estado afecta y condiciona el estado de equilibrio del cuerpo emocional y físico.
- Comer sólo cuando tengamos hambre. Sé que es difícil con tanta bandeja de polvorones alrededor, pero puedes hacer la prueba si comes sin hambre: ¿qué tipo de pensamientos tienes cuando has comido mucho ? ¿cómo están tus emociones tras un atracón de comida? ¿tu nivel de motivación? No digo que observes los cinco minutos posteriores sino algo más de tiempo después viendo cómo cómo se siente tu cuerpo mental y emocional.
- Expresa cómo te sientes. Primero contigo, puedes escribir cómo te encuentras y dejar que los demás te apoyen. Cuidado con entrar en las quejas y en la demanda de cuidados. Cada uno aporta lo que puede, la responsabilidad de estar bien es sólo nuestra.
- Intenta pasear y hacer más deporte en estos días, si puedes en la naturaleza, en un parque o en la montaña mejor. Conecta con la naturaleza aún viviendo en la ciudad, cuida de tus plantas, mete las manos en la arena, vete al jardín botánico, deja que el sol toque tu cara, etc.
- Permite momentos de silencio en tu vida cotidiana, en tus paseos observa el entorno sin evaluarlo. O quizá puedas centrarte en el ritmo de tu respiración, permite que tu mente se concentre en otra cosa más allá de su parloteo. Le sienta genial, y a ti también.
- Lee lecturas que te motiven y alegren, si puedes dejar el periódico de lado y las noticias mejor que mejor.
- Haz algo nuevo todos los días, no grandes cosas: puede ser cambiar de taza de desayuno, de mano al lavarte los dientes, levantarte 10 minutos antes, saludar a alguien que no conoces, cambiar de recorrido para ir al trabajo. Estos pequeños cambios reducen nuestra rigidez mental y nos dan más alegría y confianza.
- Agradece, agradece lo que tienes: la comida, la ropa que tengas, la casa en la que vivas lo que tienes.