Siete meses de embarazo

Por Mamareciente
La Chiquinina se mueve con fuerza. El Chiquinini empieza a tenerla presente, la menciona a veces, pregunta si está dormida o si "ha salido ya?".
Yo me encuentro bien, aunque los días se me hacen más pesados y acabo bastante cansada. La ciática amenza de vez en cuando con dejarme "pillada", pero no lo hace. Tengo contracciones, creo que son las llamadas de Braxton-Hicks, que no tuve o no reconocí en mi primer embarazo. Pero nada especialmente importante.
Empiezo a estar impaciente, se me está haciendo largo este embarazo y ahora que tengo una buena barriguita y parece que queda poco, aunque aún queda, me impaciento. Pienso en lo que está a punto de pasar y no me centro en el trabajo.
Aunque estoy deseando que llegue diciembre para ver a la niña y volver a tener un bebé en brazos, también quiero saborear estas semanas de tener todo el tiempo para el Chiquinini, de dormir casi todas las noches de un tirón, de ser mamá de uno y no de dos. Y sin embargo saborear no saboreo mucho, porque la combinación trabajo+niño+embarazo no dejan tiempo ni fuerzas para saborear casi nada.