Un hombre dispuesto a todo con tal de vengarse. Una mujer envuelta en una trama que podría destruirla. Siete motivos para que sea imposible. Siete razones para revertir. Siete besos hacia la esperanza. Ella es una fotógrafa profesional, amante de las causas nobles. Él, un empresario que quiere vengar el destino de su padre. En bancarrota y responsable de la inmobiliaria que heredó, Gabriela acepta la oferta de Adrián para cubrir sus deudas. Pero desde el comienzo comprende que deberá saldar el préstamo con intereses. Obsesionado con su venganza, la toma como único blanco de su odio, obligándola a trabajar para su empresa, sometiéndola a una y mil humillaciones.Sin embargo, el contacto cotidiano los enfrentará a un sentimiento que desconocían y nacerá entre ellos un amor inesperado. ¿Podrá él dejar atrás su rencor? ¿Podrá ella perdonar su hostilidad?
Gracias a Penguin Random House por el ejemplar.
El libro no sólo lo pedí por la portada (que ya dije me gustó mucho) sino también por su sinopsis: no sé exactamente qué esperaba, pero sí me había llamado mucho y me había hecho querer leerlo.
¿Con qué me terminé encontrando? Con un 50SOG argentino pero sin el BDSM. Sí tiene una historia (que es la que podemos conocer por la sinopsis) y sigue más o menos una línea, pero absolutamente todo queda eclipsado por las escenas de sexo entre los dos protagonistas. Si me pusiera a contarlas más o menos encontraría más de veinte, y suceden en cualquier lado: la oficina, diferentes hoteles, cocinas... y en muchos otros lugares hay casi encuentros sexuales que si hubieran sido hechos aislados hubieran podido subir la temperatura como creo que la autora pretendía que hicieran.
Disfruté mucho el libro y además lo leí en menos de un día, por lo que pueden ver que es realmente fluido. Sí me pasó en ciertos casos que de tan fluido tenía que parar un rato para que no se me mezclara todo dentro de mi frágil mente (que pude organizarla hace poco... no vaya a ser que se me vuelva a empelotar). Tenía que hacer pausas, a veces de horas, para poder seguir con la lectura y enfrascarme de nuevo en los remolinos de emociones que emana este libro.
Me esperaba una historia más profunda, si quieren que sea sincera. Empezó bien, algo cliché y con una instattraction que supo molestarme peeero que se me fue haciendo bastante natural a medida que pasaba las páginas. Pero a eso de la mitad más o menos del libro cada dos pequeñas escenas de alguna charla o de cualquier otra cosa había una escena de sexo. Y más, y más, y más sexo. Él le dice que explore su sexualidad pero prácticamente lo hacen siempre en la misma posición y no varían hasta el final. Ella le dice que él la cambió, pero vamos viendo poco a poco cómo vuelve a ser la misma dominada y sumisa (en cuanto a personalidad, no al sexo) que era al principio del libro pero con otra pareja.
Hubo escenas que no me parecieron del todo realista más allá de la instattraction. SPOILER Al final, en el casamiento... ¿la única escena era sobre Renzo disparándole a Adrián? ¿No se dijo nada, fue así como así? Porque después de eso aparecen en el hospital y lo curan rapidito porque fue algo sin importancia, que no dañó nada. Digo, ¿no? ¿No se podría haber evitado esa escena? Porque no aporta nada, es como para recalcar que Renzo era muy celoso o estaba muy loco o mil millones de otras posibilidades. Parece peli de Hollywood que termina así... sí. No sé FIN DEL SPOILER
Si quieren una reseña 100% sincera, si alguien me pregunta qué pienso del libro les voy a decir algo así como "no sé; sólo recuerdo sexo". Recuerdo sexo porque el desarrollo de los personajes fue una de estas tres cosas: 1) nulo 2) en retroceso 3) irreal. Y más que nada el segundo y tercer punto en Gabriela y Adrián respectivamente. Como dije, Gabriela crece un poco como persona para volver a ser la misma de antes. Pero Adrián... ahhh, Adrián es tema aparte.
Un tipo sexy y atractivo que se hace el superado y provoca todo el tiempo calienta a Gabriela y, en cierto punto, a cualquier mujer en mayor o menor medida. Pero Adrián va más allá de eso: a lo Grey, sus demonios internos hacen que trate mal a Gabriela y que pretenda una relación de sólo sexo... pero se da cuenta de que siente algo más, así que la trata peor. Con la excusa del pasado oscuro del padre de Gabriela y del suyo propio se pasa todo el libro en una lucha de interna de qué hacer: si seguir el plan original o tirar todo a la merde; si ella es realmente quien dice ser o es tan mezquina como su padre.
Aún así me pareció un tipo bastante garca; más allá de si realmente quiere o no a Gabriela (y por qué), sinceramente que quiera ser el daddy de una piba que acaba de salir de una relación igual de tormentosa con la excusa de que "la iba a cuidar" (mucho más avanzada la historia, aunque no lo considero spoiler) me parece de persona inmunda. Que una persona sea ninfómana no me jode en lo absoluto (o, de última, es su vida), pero sí me molestó que el 80% del libro se basase en sexo.
Creo que no llegué a conectar con los personajes por eso mismo: no me puedo identificar con alguien que básicamente todo lo que hace es tener sexo. Saben a qué me refiero: no es sobre cómo me identifico con la vida sexual de un personaje. Hablo de cómo puedo conocerlo si pasó unas 10 páginas haciendo cosas que sirvieran para que lo conozcamos pero que ocupó otras 50 en una cama (o en una oficina, o una cocina...).
Creo que eso es todo lo que puedo decir. No hay mucho más que sexo y una historia que me hubiera gustado ver un poco más desarrollada y con más sentimiento (y no hablo de la cusilería que son los últimos cuatro o cinco capítulos). Una historia entretenida para leer, que te atrapa con una sinopsis pero que al final es otra cosa. Un libro que entre tanta escena sexual no termina levantando para nada la temperatura. Ya saben: van a tener que leerlo para ver qué les parece a ustedes.