Publicación:Noviembre 2011
Precio:18,00€
ISBN:9788408103714
Serie:2º Los placeres del pecado
Tras la muerte de su padre, Rose Marlowe se encuentra en la miseria, con multitud de deudas por saldar y un hermano menor al que mantener. Consciente de que no tiene otra alternativa, decide acudir a un decadente burdel de Londres, donde durante una semana al mes ofrecerá sus servicios a cambio de dinero.Si hace poco me llevaba una grata sorpresa con El acompañante de Evangeline Collins, en el que encontramos una historia nueva, fresca, donde el protagonista masculino ejercía la prostitución, ahora puedo decir que también he disfrutado, y mucho, con el segundo de la serie; Siete noches para la eternidad. James Archer es un hombre de negocios con una gran fortuna, no obstante, sin una gota de sangre aristócrata en sus venas. Años atrás se casó con una mujer de la alta sociedad, pero sólo porque la familia de ésta necesitaba el dinero que el matrimonio podía proporcionarles, y él quería entrar en las altas esferas para casar a su hermana con un hombre con título. Una boda por conveniencia, una unión forzada, por lo que su mujer lo odia con todas sus fuerzas; ella no tendría que estar casada con un simple comerciante, por muy rico que sea. Así que James lleva tres años sufriendo sus desprecios, sus caprichos, los continuos amantes..., todo ello sin quejarse, en soledad, recurriendo a su única vía de escape, el trabajo. Pero cansado del celibato, del aislamiento tanto emocional como físico en el que vive, decide por una vez acudir a un conocido burdel de la ciudad... Rose Marlowe lleva cinco años desempeñando un trabajo que odia con todas sus fuerzas. Después de la muerte de su padre se vio forzada a ejercer la prostitución para así liquidar las abundantes deudas que su progenitor dejó y pagar los estudios de su hermano pequeño. Durante la primera semana de cada mes se hospeda en el prostíbulo de madame Rubicon ofreciendo sus servicios noche tras noche a hombres que pagan por usar su cuerpo. Al terminar esos siete días vuelve a su casa en el campo, donde intenta llevar una vida normal a la espera del siguiente mes y por tanto de la vuelta a su infierno personal. Pero esta vez será diferente, ya que su cliente no será otro que James; un hombre tan atormentado como ella, una persona triste que quiere su compañía, que ve mucho más allá de una mujer para utilizar. Lo que iba a ser una simple noche de pasión se convierte en una historia de amor. Pero, ¿qué futuro pueden tener juntos un hombre casado y una mujer arruinada para toda la sociedad? Como dije en la reseña de El acompañante, Evangeline es un soplo de aire fresco para el género. Si en el anterior libro el hombre era el que vendía su cuerpo a cambio de dinero, ahora se trata de nada menos que de la protagonista femenina. He intentado recordar algún libro que haya leído en el que la mujer se prostituya, pero no soy capaz de recordar ninguno. Como me pasó en el anterior, lo máximo que recuerdo es la intención del personaje de llevar a cabo ese trabajo, pero siempre terminan enamoradas de su primer cliente, así que no se puede decir que lleguen a desempeñar la profesión... En Siete noches para la eternidad, por el contrario, Rose lleva cinco años de tortura, sin esperanzas de una vida mejor, menospreciándose a sí misma, recordándose continuamente que no es más que mercancía usada. Los sentimientos que transmite, la descripción que hace de su vida y de su persona me han puesto los pelos de punta. Quizás porque es una mujer he podido comprenderla mejor, llegando a conmoverme mucho más su historia que la de Gideon. Destacar también el carácter de James. Es un encanto; atento, amable, considerado..., todo un caballero que antepone los deseos de ella a los suyos, aún pagando por sus servicios. No la presiona, no le exige, todo lo que Rose necesita. Podemos apreciar que ambos personajes son bastante parecidos. Los dos se han sacrificado por el bienestar y futuro de sus hermanos pequeños, dejando a un lado la felicidad propia y resignándose a una vida de tristeza y soledad. Conocerse cambiará de forma drástica sus existencias, pero un futuro juntos es algo difícil de conseguir. Como es habitual los celos harán acto de presencia por ambas partes. Él no puede soportar la idea de que otros hombres la toquen, y ella no poder llegar a estar nunca en el lugar que ocupa su esposa... A diferencia del anterior libro, los encuentros sexuales entre ambos sí se producen dentro del burdel, cosa que no pasaba en El acompañante. Tengo que mencionar a un personaje que me ha encantado y del que espero historia; Timothy Ashton, compañero de profesión de Rose, pero del que estoy segura esconde una historia mucho más impactante. Siete noches para la eternidad encierra entre sus páginas una historia dura pero llena de esperanza, de dulzura y de amor.
Su belleza inigualable, así como su elegancia y su destreza en el arte del placer, la convierten en poco tiempo en la meretriz más deseada. Pero un día recibe la visita del acaudalado y atractivo James Archer, un corazón solitario como ella. James no es como sus otros clientes y Rose no puede evitar entregarse por completo a él una noche, que acaba convirtiéndose en una semana de inigualable placer y en la posibilidad de haber encontrado el amor de su vida.