Ultimamente en muchos blogs había visto este librito, llama la atención la portada, como no se la va a llamar a una devoradora de libros, a una enamorada de la letra impresa que sueña con un día tener su propia biblioteca.
Por suerte la pude encontrar en la biblioteca que frecuento, es mi primer contacto con esta pequeña editorial, Blakie Books, y debo confesar que ha sido toda una delicia. El libro es pequeño poco más de cien páginas, con una letra óptima, sangrados generosos, páginas despejadas, una bendición para la lectura, y tapa dura
Y más si tenemos en cuenta que nos encontramos ante una joya, que por breve es mucho más interesante, que no esta estructurada en capitulos, que no contiene parrafos ni puntos ni aparte. Esta concebida como un monologo, en el que intervienen dos personas, pero en el que solo habla una y las reacciones de la otra las adivinamos a traves de nuestra protagonista.
Esta una mujer de unos cuarenta años se presenta como el alter ego de la autora, quien antes de comenzar la novela se confiesa antitecnología, y si me apuras antiprogreso, porque le horrorizan los coches, y no tiene telefono móvil, y si tenemos en cuenta las manias de esta mujer que nos acompañara durante poco tiempo porque el libro se lee en un pispas, se refleja el temperamento de Sophye, salvo que esta cuando la escribió tenía diez años menos.
Nuestra protagonista es anónima y ninguna falta le hace tener nombre, porque es un poco todos los lectores, y cada una de las personas que trabaja en una biblioteca. El texto destila amor por la literatura, por la profesión bibliotecaria y por la cultura, y supone una critica a la nueva generación que normalmente pisa una biblioteca para el intercambio de dvds, o no sale de la sección de comics. Se declara una amante de los autores muertos y denosta la fast literatura, best sellers y cualquier publicación de las que se pueden encontrar a puñados en una biblioteca y cuya moda dura a penas 6 meses. Adora a Guy de Maupassant, y detesta a Blazac.
De todo ello nos enteraremos gracias a una larga diatriba que comienza el día que al llegar al trabajo se da cuenta de que un usuario se ha quedado encerrado en su sotano y ha pasado allí la noche. Ello de da pie para comenzar una conversación con él, sin embargo al lector solo le llega la voz de la bibliotecaria y las reacciones de su victima... se puede llamar así? , creo que sí porque a veces se comporta de un modo realmente grosero con él. Nuestra bibliotecaria trabaja en el sotano y odia a los arquitectos por diseñar semejantes torturas, con poca luz y espacio limitado. Esta confinada en la sección de Geografía y urbanismo, pero su sueño es alcanzar otra, aunque sospecha que no lo conseguirá nunca.
Cree que se le ha pasado el tren del amor y huye de él por una mala experiencia sin embargo en el cajón de su escritorio guarda un par de pendientes, los que se pone para impresionar a otro usario que como todos no la ve. Se siente una mujer invisible, a la que nadie tiene en cuenta. En ocasiones es dulce, otras cinica, irónica. Es una defensora de la clasificación de Dewey, utilizada en las bibliotecas mundialmente. Y no entiende porque la signatura 400 esta vacia, eso le provoca angustia un nudo en el estomago.
Nuestra protagonista una mujer apocada, desnuda su alma a ese usuario con el que se cruza a menudo, como en toda conversación el ánimo cambia según los temas que se traten y en esta aunque solo oigamos una voz esta llena de vaivenes emocionales, su estilo es sencillo directo y en más de un momento nos sentiremos identificados con los que nos cuenta. Rescato un solo fragmento porque le dedicaré a este libro más un Como en un espejo.
"Cuando leo dejo de estar sola, converso con el libro. Podemos llegar a ser íntimos. ¿No le ha pasado nunca? Esa sensación de intercambio mental con el autor, de que puedes seguir su camino, de que te acompaña durante semanas. Cuando leo soy capaz de olvidarme de todo."
Y quien no. Quien no se sumerge tanto en la historia que se le quema la comida, no oye el telefono, o simplemente se abstrae tanto que el mundo se puede parar que el no cambiaria de posición.
Para mi este libro es una pequeña joya, que como los perfumes viene en frasco pequeño, porque las esencias no necesitan más. Un libro doblemente bueno por su brevedad y porque consigue que entonemos con el estado de ánimo de esta bibliotecaria que en un momento dado podría ser uno de nosotros, aunque no nos dediquemos a eso.
Cuando trato de encontrar un libro en la biblioteca me pregunto que criterio siguen las bibliotecarias a la hora de seleccionar las novedades o los libros que pasaran a formar parte de su catalogo. Y esta autora de la que ya estoy deseando leer más libros, pone de manifiesto las luchas internas a la hora de repartirse el presupuesto destinado a compras de libros. Ella hace una distinción, estan las duquesas que estan en las secciones del piso superior y son las que se llevan practicamente todo el presupuesto y el proletariado, al que le llegan las migajas y estan confinados en secciones menos relevantes y encerrados en un sotano.
Te haces el ánimo de leerlo? Solo espero haber sabido encender un poco tu curiosidad para que te acerques a una lectura placentera.