Esta semana el Gobierno español obtuvo en el Congreso de los Diputados un respaldo mayoritario, salvo honrosas excepciones, para prorrogar sin fecha límite la permanencia de las tropas españolas en la operación de la OTAN en Libia.
Simultáneamente a este respaldo, en el Teatro Lara de Madrid, bajo el auspicio de la Unión de Actores, se leía un manifiesto de "No a la Guerra en Libia", elaborado por la escritora Rosa Regás. acto al que asistieron unas doscientas personas. Esta indecente, ilegítima e ilegal intervención en Libia, comenzada el 19 de marzo pasado, y llamada "Primavera Árabe", se está convirtiendo en una operación también de verano y quién sabe si de las "cuatro estaciones". Como el Gobierno español tiene que ir más allá del resto y ser más papista que el papa, tiene que remedar a la OTAN, que ha propuesto extender la intervención a 90 días. Nosotros, sin embargo, mejor dicho, el Gobierno, refrendadado por el Congreso, quiere establecer en Libia una "intervención permanente".
De momento esta "operación primaveral" ha costado al erario público 43,3 millones de euros y la ampliación del plazo supondría un coste mensual de 14,4 millones de euros.
Las ministras españolas, de Defensa y de Exteriores, siguen argumentando la necesidad de "salvar" de las garras del maléfico Gadaffi, a la población civil. No cuentan para nada las víctimas causadas por esos rebeldes libios, armados hasta los huesos por los occidentales, ni las víctimas tratadas como "daños colaterales" producidas por el "desatino" de la OTAN. Al parecer, hoy mismo, otras 19 víctimas más. Hace unos días 15. Población civil, indefensa, niños incluidos.
Hace unos días, ACNUR ha publicado el informe anual sobre los "desplazados" en el mundo: 43,7 millones de personas, la cifra más alta de los últimos 15 años.
Qué curioso que los mayores colectivos de desplazados proceden de Irak (1.683.600 desplazados) y de Afganistán (3.054.700 desplazados), países donde ha intervenido e intervienen las "fuerzas occidentales", llamadas "liberadoras" y que lo que realmente hacen es causar gravísimos problemas humanitarios y enfangar aún más si cabe la situación de penuria de esos ciudadanos. Curioso, no?
Mucho en que pensar nos dejan estas noticias, de momento y como tantas veces he hecho, desde aquí, sigo denunciando la ilegitimidad de esta intervención en Libia.