Hace unos meses impusieron el control de dólares, situación que es dañina para la economía de la frontera, y no parece que sea algo que esté ayudando a combatir al narco. Años atrás impusieron un 2% a los depósitos en efectivo, que vino a perjudicar enormemente al mercado tradicional en México y a dificultarle la operación a las empresas proveedoras de ese mercado, y a facilitar el robo por parte de los criminales pues a partir de ese día el manejo del efectivo por fuera de los bancos creció. Otra medida táctica fue el registro de celulares, una cuestión engorrosa para nosotros y de cero utilidad, al contrario, días después de tener los listados, estos se vendían al mejor postor en Tepito, el crimen organizado ganado dinero como siempre. A parte de lo deficiente del PROCAMPO, necesitaría días completos para seguir mencionando programas inservibles en México, este último demostrado hasta la saciedad que los funcionarios de la Sagarpa y otras instituciones públicas son los primeros beneficiados.
Hoy leo en Expansión que el gobierno pretende obligar a que no se pague en efectivo toda compra mayor a 100 mil pesos (cerca de 9 mil USD). Una táctica más que solo obedece a la creatividad de un pendejo detrás de un escritorio que tiene su sueldo asegurado, más incrementos anuales mientras a los demás nos lleva la tostada. Hablemos un poco al respecto:
Primero, seguramente estos funcionarios piensan que todos en México tenemos tarjetas de crédito y chequeras para gestionar nuestro dinero. Desconocen, al parecer, que somos un país de tercer mundo donde la mayoría no tenemos ya interés en pagar impuestos pues vemos día a día como dilapidan nuestro dinerito, el caso más reciente, el de unos animales priístas en el congreso de la federación que se han regalado ayer 236 iPads, para trabajar según ellos.
En segundo lugar, las tácticas en solitario raramente son exitosas, se requiere que estén integradas a una estrategia sólida, de preferencia probada en otros países y de no ser así, instrumentada rigurosamente por profesionales éticos, no por aprendices de tercer nivel.
Tercero, el actual gobierno, del que no me canso de decir que es más honesto que todos sus predecesores, sigue siendo incapaz de vendernos una estrategia correcta, se mueve sin coordinación y esto es aprovechado por los políticos oportunistas y por el crimen organizado.
Ya he señalado anteriormente, la guerra debió haber empezado contra la corrupción, una vez que hubiésemos tenido instituciones sanas podemos empezar una guerra contra el crimen organizado, sin instituciones compuestas de personal ético en su mayoría la guerra estará perdida, o se pudiera ganar en el último de los casos a un costo muy por encima de lo que nos podemos permitir.
Señores políticos, las medidas que requieren tomar son fuertes, con resultados que tardarán años en reflejarse, y como es comprensible a Ustedes no les interesa pues viven pensando en a quien dejan en sus puestos y es preferible hacer obras de relumbrón que tomar decisiones impopulares, pero necesarias.
Todo programa que se instrumente por ustedes debe pasar por un esquema de decisiones:
a. Elaborar la estrategia adecuada: Educación, no tonterías como tenemos hoy, y mejora en el nivel de vida de los pobres en México.
b. Toda táctica que propongan se aprueba si es parte de la estrategia integral, de lo contrario no es importante.
c. Si es muy urgente lo que se necesita resolver, hay que aplicar tácticas que al final vayan de la mano de la estrategia.
d. Implantar sistemas anti-corrupción, donde se premie al funcionario que actúe transparentemente.
Cada día que pasa, más nos alejamos del México ideal, y después remar contra corriente es más pesado y tal vez ya no queden fuerzas.