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¿Por qué una persona que parece tenerlo todo era tan infeliz?
Nunca me había planteado hasta ese momento esa posibilidad porque ni tan siquiera sabía que pudiera existir. Había dado por hecho que a cada cual le toca lo que le toca y que no hay más remedio que aprender a vivir con ello. Pero, si se supone que la riqueza da la felicidad, entonces, ¿qué se me escapaba?
En esos ojos no había tristeza, ni preocupación, sino que los ahogaba un profunda y silenciosa soledad.
¿No se supone que el dinero puede comprarlo todo?
Fragmento de "Las Cenizas de Ariadne"
Beatriz CáceresEscritor y poeta.