Año: 2012.
Género: Horror.
País: Canadá - Estados Unidos - Francia.
Duración: 94 minutos.
Dirección: Michael J. Bassett.
Intérpretes: Adelaide Clemens, Sean Bean, Kit Harrington, Carrie-Anne Moss, Malcolm McDowell, Deborah Kara Unger, Martin Donovan, Radha Mitchell.
"Heather Mason y su padre llevan casi toda la vida huyendo de unas misteriosas fuerzas que los persiguen. Ahora, justo cuando la joven está a punto de cumplir los dieciocho años, su progenitor ha desaparecido, momento en el que ella descubre que no es quien creía ser. Dicha revelación le lleva a adentrarse en un mundo demoníaco que amenaza con encerrarla para siempre en el misterioso pueblo de Silent Hill."
No me da verguenza admitir que adoro Silent Hill, y la considero una de las mejores adaptaciones hechas de un videojuego por haber conseguido capturar la misma esencia de los juegos, pero tras esperar demasiado de una secuela que tardó años en llegar, la decepción no pudo haber sido mayor al conseguir en Silent Hill: Revelation una continuación pobremente gestada, hecha con acuciantes faltas de ideas y que significa una falta de respeto tanto para el fanático como para el mero espectador.
Durante una angustiosa y aborrecible duración de noventa minutos, el director inglés se gana rápidamente el odio de prácticamente todos al adaptar esta historia, una que continúa las ramificaciones del primer juego -y por ende primera película- de una manera simplista y casi criminal, en donde los constantes guiños a los gamers terminan por ofender a raíz de su mala utilización. Los intentos por ingresar nuevos detalles a la mitología se ven obsoletos y cualquier arrojo de inteligencia se opaca con unos valores de producción paupérrimos, que hace que todos los escenarios luzcan como el mismo, pero reutilizado una y otra vez. Al seguir de cerca una secuela tan esperada, ver cómo los diferentes actores que encarnaron a las contrapartidas del juego volvían a por más o al encontrar las fotos del set, todo indicaba que por fin el sueño de continuar la historia se vería plasmado en pantalla. Pero el sueño debe terminar, como dijo el villano en la primera parte, y así fue.
Calificación: C-