Sillas de seguridad para bebés y niños

Por Patricia Patricia Manzano Gómez @lavidaentrebibe

Las sillas de seguridad en los vehículos se han convertido en un elemento obligatorio e imprescindible para minimizar los riesgos en caso de accidente. La diferencia entre utilizarlas y no utilizarlas se puede comprobar con los datos de mortalidad por accidente de tráfico, en veinte años las muertes infantiles han bajado un 80%, y aun así siguen siendo la principal causa de mortalidad infantil.

Con la silla de seguridad se pueden evitar la gran mayoría de accidentes de tráfico que afectan fatalmente a los niños, por tanto se ha dado un gran paso en este sentido, pero todavía queda un porcentaje de menores que viajan en el coche sin ningún sistema de seguridad útil.

Las últimas reformas de tráfico van encaminadas a eliminar esto con graves sanciones para los padres.

Tan importante es comprar una buena silla de seguridad como saber montarla y usarla

Además, no se trata solo de tener la silla de seguridad sino de colocarla y utilizarla de forma correcta, ya que también hay un alto porcentaje de niños que a pesar de ir en su silla están igual de desprotegidos, bien porque van sueltos, porque el cinturón no está bien acoplado o porque la silla no están correctamente colocada.

Lo primero a la hora de elegir una silla es asegurarse de que es la adecuada para nuestro hijo. Las sillas se clasifican más que por la edad por el peso del niño y esto es lo que hay que mirar. Van del grupo 0 al grupo 3 y cada una de ellas tiene unas características concretas.

Las del grupo 0 van hasta los 10 kilos de peso, hasta los 13 si es 0+, esto es, hasta los 12 o 15 meses de edad. Son sillas que protegen muy bien al niño y se tienen que colocar con el niño mirando hacia atrás, en el caso de que vaya en el asiento delantero hay que asegurarse siempre de que el airbag esté desactivado. En general la ubicación que se considera más segura es la trasera central.

A partir de los 9 kilos y hasta los 18 se pasa a las sillas de grupo 1, para niños de hasta 3 años de edad. En este caso el niño va sujeto con el sistema Isofix, un arnés que garantiza la seguridad del menor.

A partir de los 15 kilos, cuando el niño ya tiene más tres años normalmente, se pasa a los grupos 2 y 3. En estos casos la silla consiste en un respaldo y un cojín que eleva al niño y le permite utilizar el cinturón del coche, para los más mayores, hasta 12 años, lo habitual es utilizar un alzador, aunque siempre viajará más seguro con respaldo.

No hace falta cambiar de silla cada año, hay muchas sillas que abarcan varios grupos de edad

Esta clasificación no implica que haya que cambiar de silla cada año, normalmente las sillas suelen abarcar varios grupos, lo importante será ir adaptándola en función del crecimiento del niño para que sigan cumpliendo con su misión. Por tanto en cuanto veamos que el niño no cabe o no está cómodo habrá que pasar a la siguiente fase o comprar otro modelo.

En la elección de silla lo más importante será comprobar que se trate de un modelo homologado que cumpla con todas las garantías exigidas, que se adapte al peso y estatura del niño y que sea sencilla y cómoda de utilizar.