Este año he dedicado muchas horas a buscar siluros, pero no de la forma que estamos acostumbrados aquí en Extremadura, si no, a lance en zonas someras. Para mi es una especie bastante desconocida ya que llevo relativamente poco tiempo pescándolos por lo que todo esto me suponía un reto y no me podía imaginar los resultados que al final he llegado a obtener.
El equipo que he usado durante todo este tiempo es el mismo que uso para pescarlos en vertical, mi caña Hart Bloody Hartcore C Evo, carrete Hart Phantom, línea Asari Masaru Jigging Colors 0,50mm y señuelos tras probar y probar, al final el que mejor resultados me ha dado ha sido la ondulante de Yokozuna, la Mega Pike; un señuelo para lucio al que cambiándole las anillas por unas mucho más fuertes y la potera por un anzuelo simple.
Muchas gente me ha preguntado porque no uso una potera fuerte en vez del simple y mi razón es porque así evitas muchísimos enganches, a la hora de agarrar un pez grande, en caso de que se mueva, es más difícil que puedas clavarte un anzuelo y porque creo que un anzuelo simple es más difícil que se desclave de la boca del pez ya que las poteras a veces hacen palanca con otro de los anzuelos que el pez no tiene clavado y perder la posible captura.
He ido en su busca desde orilla, pato y embarcación, he ido en su busca muchísimos días en ratos libres que tenia, he realizado cientos de lances y ha habido días en los que he triunfado y otros en los que he aprendido de errores, pero al final he superado con creces el objetivo que me propuse que no era más que sacar un siluro de más de 1,70m a lance, cosa que me parecía bastante complicada.
En todos estos días he podido darme cuenta en que posiciones podían colocarse para cazar, porque a veces tiran un ataque sin tocar el señuelo y sus horas de actividad gracias a pasar muchas horas en el agua, pero también gracias en gran parte a Juan Carlos Capilla quien creo que es la persona que mejor conoce a este pez en aguas Extremeña y del que aprendo muchísimo en cada jornada que compartimos.
Y lo mejor de todo ha sido poder batir mi record de esta especie, a lance y desde pato, en una zona donde tenía muchos obstáculos cerca y al mínimo error podría perderlo, pero que al final, por suerte, pude sujetar con mis manos la boca de un gran animal de 2,08m.
También pude sentir lo que es que de un picadón te arranque la caña de las manos, menos mal que reaccioné rápido y me lance al agua a por ella y después de unos arrastrones, logro romper la línea contra un obstáculo, una experiencia no muy agradable de la que me acordare siempre.
Ahora estoy deseando que baje un poco el calor y se vuelvan a dar las condiciones buenas para buscarlos de esta forma y seguir aprendiendo.