"Este premio es para las mujeres afganas", que siguen sufriendo violaciones a los derechos humanos y violencia en el país, señaló Simar desde Kabul.
Estocolmo, Suecia.- La médico y política Sima Samar, defensora de los derechos humanos y de la mujer en Afganistán, fue una de las ganadoras de los Premios Nobel Alternativos anunciados hoy en Estocolmo.
Los otros tres fueron concedidos al al estadounidense Gene Sharp, la campaña británica contra el tráfico de armas (CAAT) y activista medioambiental turco Hayrettin Karaca.
Simar, considerada desde hace años también candidata al Premio Nobel de la Paz y conocida como "la médica de los pobres" y marginados y defensora de los derechos de las mujeres, fue distinguida por su "valor y determinación (...) en una de las regiones más inestables del mundo".
"Este premio es para las mujeres afganas", que siguen sufriendo violaciones a los derechos humanos y violencia en el país, señaló Simar desde Kabul al conocer el galardón.
Además, la mujer de 55 años dijo que toma el premio como un incentivo para reforzar su compromiso por los derechos humanos y de las mujeres. "Son buenas noticias para la gente en Afganistán, especialmente para las mujeres", dijo la que es actualmente directora de la Comisión de Derechos Humanos independiente en Kabul (AIHRC), fundada por ella.
El trabajo por los derechos humanos no es fácil en un país como Afganistán, donde domina la guerra y el sistema legal es débil, pero se lograron algunos éxitos, destacó.
El gobierno afgano, con el que en el pasado tuvo numerosos roces, ahora ayuda a AIHRC cuando la organización lo necesita, aseguró Samar. Por ejemplo, permitiendo visitar las prisiones. Además se lograron aclarar algunas violaciones a los derechos humanos, algo "bueno", en vista de la situación de la seguridad en la país.
Además de esa comisión, Samar fundó en 1989 la organización Shuhada, que cuenta con centros médicos, hospitales y escuelas en Afganistán. Tras regresar del exilio en Pakistán, fue la primera ministra para la Mujer de su país, entre 2001 y 2002.
"Debo decir que en mi opinión no he hecho nada especial. Pero el entorno en el que trabajo es extraordinariamente difícil", había dicho antes en un comunicado enviado a la fundación Right Livelihood Award, que concede los premios desde 1980. Lo más importante en Afganistán son las escuelas y la educación como "clave de una sociedad desarrollada, que tenga poca pobreza y respete los derechos humanos".
Otro de los galardones, dotados con 50.000 euros (unos 64.400 dólares), fue concedido al politólogo estadounidense Gene Sharp, de 84 años, fundador de la Institución Albert Einstein para el estudio de la actuación pacífica, nacida en 1983.
Sharp fue premiado "por el desarrollo y difusión de los principios y estrategias de la resistencia no violenta y su apoyo activo a su implementación práctica en situaciones de conflicto en todo el mundo", como en la selva de Myanmar o en la plaza Tharir de El Cairo. Con 25 años estuvo preso por negarse a hacer el servicio militar durante la guerra de Corea. También ha trabajado asesorando sobre técnicas de resistencia no violenta ante una invasión militar.
También fue premiada la campaña británica contra el tráfico de armas (CAAT), por su "innovadora y efectiva oposición al tráfico global de armamento". Desde su fundación en 1974 apuesta por el cese de la exportación de armas británicas. Gracias al CAAT "aumentó la conciencia pública del comercio de armas", señaló el jurado. Hasta ahora logró reducir las subvenciones británicas a la exportación para empresas de armas y ejerció presión sobre instituciones que invierten en esas firmas.
El premio honorífico, sin dotación económica, fue a parar al activista medioambiental turco Hayrettin Karaca, conocido como "el abuelo del movimiento medioambiental turco". El jurado reconoció "su defensa durante toda su vida de la protección de la naturaleza, que combina su propio éxito empresarial con una defensa exitosa del medio ambiente".
Tras levantar una exitosa empresa textil, Karaca se convirtió en pedadogo y activista medioambiental. Sus actividades comenzaron en los años 70, cuando comenzó a lanzar alarmas sobre la erosión del suelo de la que fue testigo. "Karaca no lo calló y comenzó a documentarse sobre la situación y advertir a autoridades y opinión pública de las amenazas para la naturaleza", señala el jurado. Tiene dos programas de televisión y le gusta debatir con niños sobre problemas medioambientales.
Ole von Uexküll, director de la fundación Right Livelihood Award, señaló que los galardonados este año dejan en evidencia "las condiciones básicas para la paz y seguridad global": "La resistencia efectiva no violenta y el reconocimiento de que la industria armamentística es parte del problema, el respeto a los derechos humanos y especialmente de las mujeres y el respecto a nuestros recursos ecológicos".
Los premios serán entregados el 7 de diciembre en el parlamento de Suecia en Estocolmo.
Fuente: La Vanguardia