Esta es la historia de un bizcocho que no subió y de cómo dos chicas muy espabiladas convirtieron este inconveniente en una tarta muy muy muuuuy jugosa.
Porque la intención inicial era hacer la tarta con bizcocho de chocolate y luego cubrirla con fondant, pero los astros no estaban alineados esa mañana y, tras dos intentos, lo único que obtuvieron fueron dos bizcochos espachurrados...
- Qué penita!! - respondió Isa - si lo que más rabia me da es que de sabor están riquísimos, pero hay que ver qué cosa tan fea!! esto no lo podemos utilizar!!
Y dicho y hecho. Era sencillo, sólo había que desmigar el bizcocho y echarle un poco de queso philadelphia y unas cucharadas de Nutella, hasta que se formó una masa blanda.
Utilizando el mismo molde del bizcocho aplastaron la masa hasta que le dieron la forma que inicialmente debería haber tenido, y listos!!
Lo siguiente ya sabéis cómo va: teñir fondant, preparar una plantilla en papel e ir recortando con mucho cuidadito cada pieza, como si fuera un puzzle.