Miércoles, 16 de abril de este año, Valencia. A las 21.30 se jugaba la final de la Copa del Rey de fútbol ente los dos grandes del fútbol español, Real Madrid y FC Barcelona. En las horas previas me da por navegar por internet para buscar información acerca del partido y me encuentro con ciertas imágenes ante las que, varios días después del partido, no he encontrado ninguna condena importante, condena que sí hubo en las finales de los años 2009 y 2012, cuando se enfrentaron FC Barcelona y Athletic de Bilbao y ambas aficiones pitaron el himno nacional en los minutos antes de la disputa del partido. Las imágenes en cuestión, aunque es posible que alguno ya las haya visto, son las siguientes:
Como quizás alguno sabrá, pero por si alguien no lo sabe, diré que ambas fotografías fueron tomadas en la Fanzone del Real Madrid. No voy a ser yo quien hable de relaciones entre Real Madrid y el partido nazi, ya que soy de los que piensa que, para comenzar, fútbol y política nunca han de darse la mano, y, para finalizar, juntar a un equipo de fútbol con un partido que siguió una política de exterminio que terminó con la vida de millones de personas hace décadas me parece algo horrible. E igual de mal me parece la quema de banderas, sean de donde sean. Por eso me parece extraño que cuando alguien quema una bandera de España, hay quien mueva mar, tierra y aire para buscar a los responsables, pero cuando alguien quema una estelada de Cataluña, nadie mueve un dedo. En este sentido, muchos me podrán decir que esta bandera no es la oficial de Cataluña y cosas parecidas, pero, en el fondo, eso da igual. Lo importante es que están quemando una bandera con el fin de atacar a una parte de España.
Esto último me hace pensar en lo poco que cuesta faltar el respeto a los demás al mismo tiempo que no solamente se pide, sino que se exige, el respeto hacia uno mismo y a los símbolos propios. Y es que creo que nadie duda en que si, en lugar de ser una estelada en la zona del Real Madrid, la quemada hubiese sido una bandera española en la zona del FC Barcelona, ese mismo día se habría pedido la expulsión del conjunto azulgrana de cualquier competición, además de una fuerte multa. Y si a eso le juntamos a varios seguidores luciendo orgullosos una bandera nazi, que nadie dude que a estas alturas ya hubiésemos sido testigos de una buena cantidad de tertulias en las que más de uno hubiese buscado la relación entre nazismo y barcelonismo y le exigiría a los mandatarios barcelonistas una disculpa pública, además de instar a la policía a que busquen a los que salgan en la foto para arrestarlos.
Pero bueno, qué podemos esperar de un país donde cualquiera puede soltar por su boquita cualquier tontería, como llamar "piojosos" a los seguidores de Twitter de otra persona, y quedarse tan ancho, porque ya sabemos que este país comos los representantes de la libertad de expresión... para lo que nos interesa.