Simeone hace campeón de Liga al Atlético y eleva a los altares la cultura del esfuerzo

Publicado el 18 mayo 2014 por Aposilio @aposilio

El entrenador argentino demuestra que con entrega, trabajo y solidaridad se puede llegar a lo más alto y arrebatarle el éxito al poderío económico tradicional de Barcelona y Real Madrid


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El título de Liga logrado por el Atlético de Madrid es mucho más que un simple logro deportivo. Es la constatación de que no siempre el poderío económico es determinante en la obtención del éxito, de que los poderosos, los que tienen los medios y el control, no siempre salen triunfantes. El décimo título de Liga del club rojiblanco es el triunfo de la fe, la entrega, el trabajo y la solidaridad, características de la cultura del esfuerzo, que en este país ha sido pisoteada por una gran masa social, encabezada principalmente por nuestros dirigentes políticos sociales y económicos. La culminación colchonera será recordada como la del sacrificio, el sudor y el empeño, como la del ciudadano medio que ha entendido que se puede derrotar al poder establecido, sobre todo cuando el establishment se preocupa más por el glamur y las cuentas que por el trabajo bien hecho. Este gran ejemplo que ha dado el club del Manzanares debería esclarecer a muchos dónde realmente se encuentra el mérito, no en llenar la cuenta corriente, sino en saber combinar con maestría los medios con el ahínco, el ánimo y el ardor.

Fuente: telecinco.es

El principal culpable de este histórico título rojiblanco tiene nombre un propio indiscutible: Diego Pablo Simeone. No hay duda de que esta Liga pasará a los anales como la del Cholo, el entrenador que ha personificado las grandes cualidades que debe manejar un líder: inteligencia, conocimiento del medio y capacidad de transmitir ilusión y espíritu de sacrificio. Estas virtudes son las que le han servido al preparador argentino para convertir a un grupo de buenos profesionales en aguerridos y esforzados trabajadores convencidos de sus posibilidades. No hay que olvidar que los artífices materiales de esta hazaña eran hace poco jugadores del montón que no figuraban entre los cinco mejores del mundo en ninguna posición. No tienen el prestigio ni la calidad que atesoran sus rivales más potentados; no figuran en las listas de candidatos al balón de oro ni en las de los más ricos del orbe. Sin embargo, han evidenciado que toda esta superficialidad no es necesaria para abrazar la gloria tras 18 años de espera y un largo camino por el desierto.

Fuente: madridpress.com

Desde la temporada 2003-2004, que se alzó con el título el Valencia, la Liga, el campeonato de la regularidad, solo era cosa de dos: Barcelona y Real Madrid. Los clubes más poderosos económica y socialmente de este país aprovecharon el boom económico y la posterior crisis para marcar grandes diferencias en los presupuestos de ingresos y gastos.  Al igual que el resto de la sociedad, estos últimos años han provocado el enriquecimiento de los que más tienen y el empobrecimiento de los que menos poseen. El fútbol no ha escapado a esta dinámica y ha sido un fiel reflejo de este filosofía. Sin embargo, el Atlético de Simeone ha sido capaz de poner fin a la dictadura del euro y escribir con letras de oro en la historia que es posible triunfar con trabajo, esfuerzo y voluntad. Seguramente la sociedad en general y los aficionados al fútbol en particular hagan una lectura más simple de este éxito. Pero para muchos otros, esta ha sido la victoria del esfuerzo frente al glamour y los dólares.

Fuente:minutouno.com

Otra de las virtudes de Simeone es que ha sabido deshacerse del tópico del Pupas que está incrustado en el ADN del Atlético de Madrid. Los contratiempos no han sido excusa para justificar un nuevo fracaso. Más bien al contrario, han servido para insuflar más ánimos y demostrarse a sí mismo de lo que son capaces. Incluso ha transformado la usuales quejas sobre los árbitros en halagos certeros. El ejemplo del último partido disputado en el Camp Nou ha sido palpable, pues ni las lesiones de sus dos hombres más ofensivos y peligrosos, Arda Turan y Diego Costa, desanimaron a sus compañeros. En otras temporadas, hubiera sido el pretexto perfecto para bajar los brazos y renunciar al título. Sin embargo, las trabas ante el Barcelona ejercieron de revulsivo para encontrar el camino de la cima. Y este es otro de los méritos del entrenador de Buenos Aires, que ha convencido a los suyos de sus posibilidades. Con la filosofía del partido a partido y la modestia del que siempre da favorito a los poderosos, ha mantenido la tensión en sus pupilos y les ha inyectado la autoconfianza necesaria para sentirse fuertes, lo que ha producido excelentes resultados.

Fuente:ftbpro.com

Porque hay un dato concluyente: la mayoría de los jugadores que integran la plantilla del ex internacional argentino y que se han proclamado campeones de Liga tenían al equipo en posiciones de descenso y cayeron ante el Albacete, equipo de Segunda B, en la Copa del Rey al perder 0-1 en el Calderón, cuando Simeone retornó a su Atlético hace dos temporadas en lugar de un defenestrado Gregorio Manzano. Prácticamente esos mismos mimbres han bastado para elaborar el mejor cesto posible, lo que acredita con mayúsculas la labor del entrenador rojiblanco, nacido para este equipo. Que jugadores como Miranda, Godín, Juanfran, Filipe Luis, Koke, Gabi, Adrián y Diego, todos ellos herederos del Atlético de Manzano,  tuteen a las grandes estrellas del fútbol mundial es obra magistral de Diego Pablo, que entiende como nadie a su club y es capaz de sacar el máximo rendimiento de profesionales que parecían del montón.

Fuente: abc.es

Incluso la contención en el ánimo impuesta por Simeone ha servido para aplacar a los seguidores atléticos, tradicionales sufridores que esta temporada han sabido también hacer del partido a partido el mantra que les ha mantenido enchufados. La gran mayoría, ante los numerosos desengaños de los últimos años, esperaban, como todos, que sus ídolos cedieran el testigo en algún momento y se vinieran abajo. "Ya caerán" era la coletilla más escuchada durante la temporada. Pero el Cholo ha sabido incluso superar este prejuicio, fruto de la historia más reciente de este club, y transformarlo en un estímulo. No solo no han caído, sino que se han mantenido en lo más alto gracias a su solidaridad en el esfuerzo. Este ha sido el principal aval del Atlético esta temporada, no solo han derramado sobre los terrenos de juego garra y entrega, atributos del Simeone jugador, sino que también  ha construido un plantel unido, asociado en el empeño y el sacrificio y con las ideas claras de su labor. Han defendido cuando era necesario y han presionado cuando la situación lo requería. Ha sido su identidad esta campaña, que le ha servido para llegar a lo más alto. Y aunque todavía pueden rubricar la temporada más maravillosa de su historia si logran llevar por primera vez la Copa de Europa a las vitrinas del Mananares, derrotando a su rival más enconado, la décima del Madrid no disminuiría lo más mínimo los enormes méritos de la décíma Liga del Atlético de Simeone.