—En este arranque de 2014, al Atleti le ha costado algo más sacar adelante los partidos...
—A lo largo de la temporada, hay partidos más complicados que otros. El mérito es de los rivales, que han sabido adaptar su juego. Hay que darle valor al esfuerzo del rival. Como el del Málaga, Valencia y el del Levante. Haber sacado adelante estos partidos significa tener herramientas para el futuro. Hemos sacado puntos importantes. La eliminatoria está abierta. El de mañana es un partido enorme, lindo de jugar y con los expectativas que tenemos todos.
—Se llegó a dudar de este Barça a principio de temporada, pero ahora se le ve más sólido, ¿verdad?
—Es normal que cuando haya cambio de entrenador también haya cambio de identidad. El Barça llevaba marcando una época con un estilo definido. Pero ahora es más rápido, vertical, con un mejor juego cruzado y más situaciones de uno contra uno. Es algo que le hace más peligroso. Era un equipo plagado de variantes, y ahora tiene incluso más. Eso es mérito de Martino y los jugadores que han querido seguir mejorando.
—¿Cómo afronta este partido?
—No es una final. Es un partido de Liga. Es el que nos toca. Es importantísimo, pero no deja de ser un partido de Liga. Trataremos de hacer nuestro partido y potenciar nuestras herramientas. Queremos ser un equipo similar al que jugó en la Supercopa.
—Se dice que Messi no será titular en el Calderón...
—Como argentino, me pone muy contento que Messi vuelva estar en su mejor estado. Necesitamos ganar el Mundial y es un jugador determinante para ello. Ojalá pueda jugar estos cuatro meses de la mejor manera. ¿Ver mañana un partido del Barça sin Messi? No nos lo creeríamos. Tienen muchas variantes. No me lo imagino fuera del partido de mañana.
—¿Le trastocaría los planes si sale Messi como revulsivo?
—Es más pregunta para Martino que para nosotros. Lo plantearemos pensando en su mejor once. Lo que sucede es que el Barça no puede salir con 14 jugadores y alguno se tendrá que quedar en el banquillo. Tenemos que pensar en un once que nos imaginamos y a partir de ahí tener la alegría y entusiasmo de jugar un partido bonito.