En una entrevista reciente para ComingSoon.net, el productor y guionista Simon Kinberg habló sobre varios temas relacionados con la franquicia principal de los X-Men, cuya última entrega fue X-Men: Apocalipsis.
Durante la charla, Kinberg abordó los errores cometidos en la película y cómo cambiaron las cosas desde la pre-producción hasta que los espectadores vieron el filme en los cines.
Como guionista de ella, pensaba cuando empezamos la película y cuando escribí la película que estábamos contando la historia de una familia que se separaba y se volvía a reunir. En la película final está ahí, pero es un poco aburrido, y la película en la superficie se convirtió en algo sobre un tipo que quería destruir el mundo. Se enamoraron un poco de la posibilidad de ver el mundo destruido con una película de superhéroes de hace 30 años.
Las películas de superhéroes de hoy que más nos gustan (las películas de El Caballero Oscuro, Guardianes de la Galaxia, la primera película de Iron Man) son películas sobre seres humanos en circunstancias reconocibles que resulta que tienen poderes.
Kinberg se refirió a la trama de la primera película de los X-Men como una película que tenía ramificaciones globales en los planes de Magneto pero que al final era sobre salvar a Pícara (Rogue), y la relación de Pícara con Lobezno (Wolverine).
Creo que Apocalipsis se convirtió en algo más sobre intereses globales que sobre intereses humanos. Esa es la lección que aprendí de la película, que lo humano y lo personal siempre triunfa sobre lo global.