Simone de Beauvoir

Por Mayriel

Estamos en una época mala para el feminismo, entre otras cosas porque el feminismo esta siendo confundido por el hembrismo y una oleada de neomachismo pretende pisotear nuestros Derechos y volver a las carvernas donde las mujeres valían menos que un animal

Esta nueva oleada de machismo es mucho mas peligrosa que la anterior porque muchos se valen de los Medios de Comunicación para manipular informaciones y sembrar el odio.

Feminazis son llamadas las que luchan por sus Derechos y lo peor de todo es que nisiquiquiera saben quienes eran la feminazis… la cuestión es insultar e impedir que las mujeres se manifiesten

El feminismo es la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres y no podríamos hablar de ello de no haber sido por tantas mujeres (y hombres) que lucharon para que pudieramos ser escuchadas

Una de ellas fue Simone de Beauvoir

Se cumplen 111 años del nacimiento de Simone de Beauvoir, una figura clave para el feminismo desde su obra ‘El Segundo Sexo’, considerada una especie de Biblia en esta materia.

Se trata de una escritora, profesora y filósofa que se caracterizó por defender los derechos humanos y es precursora del feminismo tal y como lo conocemos hoy en día. Además, su obra ‘El Segundo Sexo’ se considera como una de las más importantes del feminismo ya que rompió con la vertiente clásica.

En este ensayo, la autora critica la opresión a la que es sometida la mujer por parte del sexo masculino y por cómo está organizada la sociedad. Además, estudia temas como la ‘corrección’ del matrimonio o cómo predomina la visión masculina como la general.

Simone mantuvo una relación sentimental con Jean-Paul Sartre, que fue muy controvertida en la época. Ambos decidieron no casarse y no tener hijos, además de mantener relaciones abiertas con terceras personas. La propia de Beauvoir calificó de éxito total esta relación.

Simone, nació  en el piso familiar, situado en el bulevar Raspail de París en el marco de una familia burguesa con moral cristiana muy estricta. Era hija de Georges Bertrand de Beauvoir, que trabajó un tiempo como abogado y era un actor aficionado, y de Françoise Brasseur, una mujer profundamente religiosa. Ella y su hermana pequeña Hélène de Beauvoir, con quien mantuvo siempre una estrecha relación, fueron educadas en colegios católicos.Fue escolarizada desde sus cinco años en el Cours Désir, donde solía enviarse a las hijas de familias burguesas. Su hermana menor Hélène de Beauvoir (conocida con el apodo de Poupette) la siguió dos años más tarde.

Desde su niñez, de Beauvoir destacó por sus habilidades intelectuales, que hicieron que acabase cada año primera de su clase. Compartía brillantez escolar con Elizabeth Lacoin que se convirtió rápidamente en su mejor amiga.

Desde adolescente, por otro lado, se rebelaría contra la fe familiar declarándose atea y considerando que la religión era una manera de subyugar al ser humano.

Con solamente quince años ya estaba decidida sobre la forma de este destino: quería ser escritora. Tras haber aprobado el bachillerato en 1925, de Beauvoir empezó sus estudios superiores en el Instituto Católico de París, institución religiosa privada a la que solían asistir las muchachas de buena familia. Allí completó su formación matemática, mientras que ampliaba su formación literaria en el Instituto Sainte-Marie de Neuilly. Tras su primer año universitario en París, logró obtener certificados de matemáticas generales, literatura y latín.

En 1926, se dedicó a estudiar filosofía y obtuvo en junio de 1927 su certificado de filosofía general. Tras estos reconocimientos acabó licenciándose en letras, con especialización en filosofía, en la primavera de 1928, tras haber aprobado también unas certificaciones de ética y de psicología. Sus estudios universitarios concluyeron en 1929 con la redacción de una tesina sobre Leibniz, culminación de sus estudios superiores.

Tras haber sido profesora agregada de filosofía en 1929, de Beauvoir, o Castor, apodo que le dio su amigo René Maheu y que Sartre siguió usando, en un juego de palabras entre «Beauvoir» y beaver, se preparó para ser profesora titular.

Su primer destino fue Marsella. Sartre obtuvo a su vez un puesto en Le Havre en marzo de 1931 y la perspectiva de separarse de él destrozó a de Beauvoir. Para que pudiesen ser nombrados en el mismo instituto, Sartre le propuso que se casasen a lo que ella se negó. En La fuerza de las Cosas, explicó el porqué:

Tengo que decir que no pensé en aceptar aquella propuesta ni un segundo. El matrimonio multiplica por dos las obligaciones familiares y todas las faenas sociales. Al modificar nuestras relaciones con los demás, habría alterado fatalmente las que existían entre nosotros dos. El afán de preservar mi propia independencia no pesó mucho en mi decisión; me habría parecido artificial buscar en la ausencia una libertad que, con toda sinceridad, solamente podía encontrar en mi cabeza y en mi corazón.

Su consagración literaria tuvo lugar el año 1949: la publicación de El segundo sexo, del que se vendieron más de veintidós mil ejemplares en la primera semana, causó escándalo y fue objeto de animados debates literarios y filosóficos. La Santa Sede, por ejemplo, se mostró contraria al ensayo. François Mauriac, que siempre tuvo animosidad hacia la pareja, publicó en Les Temps Modernes un editorial que creó polémica al afirmar: «ahora, lo sé todo sobre la vagina de vuestra jefa». El segundo sexo se tradujo a varios idiomas: en los Estados Unidos se vendieron un millón de ejemplares y se convirtió en el marco teórico esencial para las reflexiones de las fundadoras del movimiento de liberación la mujer. De Beauvoir se convirtió en precursora del movimiento feminista al describir a una sociedad en la que se relega a la mujer a una situación de inferioridad. Su análisis de la condición femenina, en ruptura con las creencias existencialistas, se apoya en los mitos, las civilizaciones, las religiones, la anatomía y las tradiciones. Este análisis desató un escándalo, en particular el capítulo dedicado a la maternidad y al aborto, entonces equiparado al homicidio. Describía el matrimonio como una institución burguesa repugnante, similar a la prostitución en la que la mujer depende económicamente de su marido y no tiene posibilidad de independizarse.

Simone de Beauvoir definió el feminismo en 1963 como una manera de vivir individualmente y una manera de luchar colectivamente, explica la doctora en filosofía, Teresa López Pardina, una de las principales especialistas en la figura de la escritora y filósofa francesa.

No se nace mujer, se llega a serlo

Artículo principal: El Segundo Sexo

De Beauvoir sostiene que “la mujer” o lo que entendemos por mujer es un producto cultural que se ha construido socialmente. Denuncia que la mujer se ha definido a lo largo de la historia siempre respecto a algo (como madre, esposa, hija, hermana) y reivindica que la principal tarea de la mujer es reconquistar su propia identidad específica y desde sus propios criterios. Las características que se identifica en las mujeres no les vienen dadas de su genética, sino por cómo han sido educadas y socializadas. Como resumen de este pensamiento escribió una de sus frases más célebres: “No se nace mujer, se llega a serlo

Una voz solitaria denunciando la situación de las mujeres

En 1949 cuando publicó El Segundo Sexo era una voz solitaria en la sociedad occidental en la que tras el movimiento sufragista y la obtención del derecho al voto femenino se había vuelto a recluir a las mujeres en el hogar. El libro que en su momento fue un escándalo y que con el tiempo se está considerado un “clásico” que permite hacer balance del recorrido hacia la igualdad de los sexos

Referencia en las políticas de igualdad y los estudios feministas

El ser humano, considera de Beauvoir, no es una “esencia” fija sino una “existencia”: “proyecto”, “trascendencia”, “autonomía”, “libertad” que no puede escamotearse a un individuo por el hecho de pertenecer al “segundo sexo”.

De Beauvoir expresó en los términos de la filosofía existencialista todo un ciclo de reivindicaciones de igualdad de las mujeres que comienza con la Ilustración y lleva a la obtención del voto y al acceso a la enseñanza superior en primer tercio del siglo XX

Lucha por el derecho al aborto

De Beauvoir tuvo también un papel determinante en la legalización del aborto en Francia. Con Halimi fundó el movimiento Choisir y fue una de las redactoras del Manifiesto de las 343 -firmado por mujeres de la política, la cultura y distintas áreas de la sociedad francesa como la escritora Marguerite Duras, la abogada Gisèle Halimi o las cineastas Françoise Sagan, Jeanne Moreau y Agnes Vardà reconociendo haber abortado- publicado el 5 de abril de 1971 por la revista Le Nouvel Observateur.14

Sobre el aborto señaló:

“El aborto es parte integral de la evolución en la naturaleza y la historia humana. Esto no es un argumento ni a favor o en contra, sino un hecho innegable. No hay pueblo, ni época donde el aborto no fuera practicado legal o ilegalmente. El aborto está completamente ligado a la existencia humana…”.15

La actividad de Simone de Beauvoir fue, junto con la Gisèle Halimi y Elisabeth Badinter, clave para lograr el reconocimiento de los malos tratos sufridos por las mujeres durante la Guerra de Argelia.

Estas son algunas de sus citas más destacadas:

– “El problema de la mujer siempre ha sido un problema de hombres”

– “El opresor no sería tan fuerte si no tuviese cómplices entre los propios oprimidos”

– “Conocerse a sí mismo no es garantía de felicidad, pero está del lado de la felicidad y puede darnos el coraje para luchar por ella”

– “Cuando era niña, cuando era adolescente, los libros me salvaron de la desesperación: eso me convenció de que la cultura era el valor más alto”

– “El más mediocre de los hombres se considera frente a las mujeres un semidiós”

– “El día que una mujer pueda no amar con su debilidad sino con su fuerza, no escapar de sí misma sino encontrarse, no humillarse sino afirmarse, ese día el amor será para ella, como para el hombre, fuente de vida y no un peligro mortal”

– “El feminismo es una forma de vivir individualmente y de luchar colectivamente”.

– “Encanto es lo que tienen algunos hasta que empiezan a creérselo”

– “Que nada nos limite. Que nada nos defina. Que nada nos sujete. Que la libertad sea nuestra propia sustancia”

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