Tiene 14 años, decía, y su gran ilusión era arbitrar. Y ese día le tocaba hacerlo a un equipo de alevines, de niños aún más pequeños que ella, y dice que lo hacía "porque era feliz con ello".
Y parece ser que alguien tocó el balón con la mano, y Zaira, que es muy honesta, dice que no tenía una buena colocación y que no pudo ver la jugada, estaba tan mal colocada como el niño de 12 años que la tiró fuera, como el portero que encajó un gol por culpa del defensa, como todos los niños y las niñas de 12 a 14 años que tienen en el fútbol una ilusión, que sueñan con ser Messi o Cristiano y muy pocos Carvallo o Mateu Lahoz.
Y en uno de los equipos, un jugador se hizo acompañar de su padre, un energúmeno más, de los que enseña a su hijo esos modales y se siente orgulloso de ello, de los que, tal vez, se jacte cuando insulta a una mujer, cuando ve a una jugadora o a una árbitro, como en este caso, y lo primero que le viene a la mente es un insulto, lo siguiente una frase soez bajando la mirada(o subiéndola después) y lo último antes de que la neurona se tome vacaciones, es despreciarla mandándola a la cocina(a ellos tener a la mujer en la cocina parece que les da un plus de imbecilidad) o como en este caso, a un club de alterne.
En su cabeza solo caben tres profesiones adecuadas para la mujer, o limpian, o cocinan o trabajan en el oficio más viejo del mundo. No las conciben jugando al fútbol, no las conciben arbitrando, ni siquiera las conciben (ni se lo plantean) en términos de igualdad, tal vez de los que dicen "algo habrá hecho" cuando leen noticias que a los demás nos ponen los pelos de punta.
Y por ese energúmeno, por abrirle la jaula tan pronto por la mañana, por permitirle que acompañara a su hijo(creo que nadie se merece un padre así) a un partido de fútbol de alevines, le ha quitado la ilusión a una niña de 14 años, que ayer en"el partido de las 12(Cope)" (locos por el balón oh oh) con Corro y Fouto se ganó el cariño de todos los que la escuchamos, sin levantar la voz, con una dulzura que trascendia las ondas, que se nos metía a todos en casa y nos daba ganas de enviarle un beso, de enviarle nuestro cariño de padres y de darle todo nuestro ánimo y apoyo.
Zaira Moro no se merecía(nadie se lo merece, por otra parte) que el energúmeno no tuviera trabajo esa mañana y que acudiera a insultarla, y Zaira Moro quiere dejar el arbitraje, porque no le compensa que algún día alguien aún más "valiente" en horas veinticuatro, se pase de las musas al teatro, y le haga pagar aquel penalti o el error(que a lo mejor ni siquiera lo es) con un susto.
Desde aqui a Zaira, a todas las Zairas, y a todos los chavales se llamen como se llamen, que cada semana se llevan insultos de impresentables, de entrenadores que justifican sus carencias en los errores arbitrales(aunque de esos los hay en primera y hasta en Londres y algunos los adoran) quiero enviarles mi afecto, desde una pequeña atalaya en la que a veces atacamos también pero a unos profesionales que no siempre lo son, quiero enviarles mi solidaridad, y aunque este artículo sea poco leído, no despierte tanta expectación como uno del Barça(iba a hablar de Piqué, pero eso tampoco tiene solución mientras en las clases no den la asignatura del respeto), aprovecho mi modesto rincón para solidarizarme con ellos y ellas( que hoy es imprescindible remarcar los géneros).
Y a los energúmenos que pueblan nuestras tierras, les pediría un esfuerzo, que se miren en el espejo y antes de vomitar al verse lo analicen, les preguntaría si quieren que sus hijos(esos que hoy juegan en un alevín pero que crecerán) acaben formando parte de los energúmenos del futuro, si quieren que sus hijos sean como ellos el día de mañana, si quieren que cuando vayan a un partido y vean a una niña de 14 años arbitrando y cuando se equivoquen(o puede que incluso cuando acierten) las agredan siquiera de forma verbal, yque se planteen qué sentirían si a una de sus hijas las insultara uno de sus compañeros en la facultad del desprecio y el machismo.
Porque si quieren verlos en una jaula de mayores, ahora están sembrando ese futuro.
#AnimoZaira