Febrero de 2013. No más de diez productores alojados en aquel espacio pequeño, de suelo de roca, desparejo, resbaladizo (como si supiera), más bien oscuro y con olor a moho. Fue el descubrimiento. La maravilla de Oporto desde el barrio de la Ribeira. La decadencia punk romantic se insinuaba. simplesmente…Vinho nacía como salón off del Gran Hermano Essencia do Vinho alojado en el fastuoso Palacio de la Bolsa de Oporto. Llegar era fácil, sólo dejarse rodar cuesta abajo hacia el río… Ya en ese entonces, vinieron muchos locos del vino. Unos fuimos directo a la trinchera, otros cayeron por gravedad natural…
Febrero de 2015. Se me hace difícil poner simplesmente…Vinho en palabras -estoy de acuerdo en que es el off más in-. Todo es emoción que se desboca, amistad profunda, combate cuerpo a cuerpo. Todo es parte del todo. La ciudad, con su casco muy antiguo, Patrimonio de la Humanidad. Las piedras una sobre otra haciendo malabares, desprenden los olores de la calle, tienen el color del tiempo viejo, conmueven. Se sostienen no se sabe cómo, acaso por amor. Ruas angostas, típicas de los cascos viejos, centenarios, memoriosos, sin vergüenzas. Las ropas tendidas de un lado al otro de las calles, como en el Trastévere romano o la Ciudad Vieja de Montevideo. Oporto bellísima, se cae a pedazos y tu lo que quieres es rescatarla, mimarla, pedirle por favor que aguante. ¿Por qué? Es un estado de ánimo, en mi caso encontrado desde el vino y los viñerón portugueses. Su manera de ser, el carácter nostálgico, serio, seco por momentos, distante e intenso a la vez. Tengo la sensación que en una parte sus vidas, ya como colectivo, están medio anclados en un pasado donde no faltó dolor. Pero también hay un deseo profundo de vivir y hacerlo bien. ¿Cómo no caer perdida a sus pies? Mi voluntad hace el ridículo cuando estoy allí.
El lugar, los bajos oscuros cavernosos de un palacete, al borde mismo del río; el momento del año, fines de febrero, ya no hace frío pero cae una bruma espesa y el cielo gris te coloca en estado melancólico. Los viñerón, especie de estrellas de rock por unas horas, los amantes del vino, convertidos en grupies, buscando el selfie con su productor preferido. Los periodistas especializados, también con aire superstar como Sara Ahmed o Didu Russo, bordan un trabajo de comunicación espectacular que hacen los productores del evento. Todo está servido para pasarlo fantástico, descubrir y confirmar, descartar, comparar, continuar buceando dentro del todavía nuevo -ma non troppo- paradigma del vino portugués.
¿Qué nuevo paradigma? ¿Los vinos están buenos?
Es cierto. Ya puedo contarte de todo. Confesar lo inconfesable. Pero lo que nos trae aquí es el vino. Y está buenísimo. Unos más que otros. Todo es también cuestión de gustos. Pero el denominador común es el carácter artesano, que son todos vinos de terroir, atlánticos sino por ubicación por civilización, todos van a buscar la frescura huyendo de tradiciones más pesadas, más de masticar que de beber. Todos saben lo que tienen entre manos y están produciendo una parte de la civilización actual del vino, que no se puede esquivar.
El cartel de simplesmente…Vinho 2015 es superstar. Productores de todas las regiones vinícolas portuguesas más los invitados españoles, con enfoques muy personales de cómo interpretar la tierra en que trabajan y sus variedades, muchos de ellos bien reconocidos en el mundo entero. Vasco Croft, Rita Márquez, Álvaro Castro, Fernando Piava, João Tavares da Pina, Mario Sergio Nuno, António Marquez da Cruz, Pedro Marquez… Alberto Nanclares, Alfredo Matesro, José Luis Aristegui… (la lista completa en la fantástica simplesmente…Vinho web)
La conversación, 3 años después, pasaba sobre todo por los vinos de sed y por los sulfitos. Confieso que esto último puede secarme un poquito la paciencia; llevado a un extremo, puede sacar de quicio los puntos de referencia. Pero una cosa está clara, las levaduras son endógenas, la tierra no se toca, las plantas no se fumigan, el vino se piensa, se imagina y entonces se crea. Todo esto merece grandísima atención. Y la está teniendo…
Obrigada a la familia Roseira y a todo el equipo de producción, unos cracks!
Volveremos a encontrarnos en 2016 para bailar desenfrenadamente y yo llevaré mi peluca de Cleopatra Jones…
Beijos loucos…
Todas las fotos usadas aquí fueron realizadas por simplesmente…Vinho productions.
Fuente: Observatorio de vino
simplesmente…Vinho, the wine connection to Portugal.