Por ejemplo, cuando quiero contratar un seguro de automóvil, puedo emplear un simulador para ver que me va a costar la broma.
Cuando quiero un préstamo a un banco, normalmente las personas que nos atienden, casi siempre con aspecto un poco impersonal y trajeados al uso (usura), es preferible antes entrar en algún simulador de esos que te preguntan cosas y te dan respuestas de lo que te va a costar y así ir a la firma al el banco, haces las preguntas a la trajeada persona de turno, pero ya como sabiendo mucho del tema. Al final por los motivos que sean, estampas tu firma en un montón de papeles.
Cuando llegas a casa te sientas cómodamente y te dices, 'que buen préstamo he conseguido'. Y como distraídamente, empiezas a repasar las numerosas hojas que has firmado, y te percatas de algo que tiene una letra más pequeña, y te acuerdas del amigo sabio que te dijo en su día: lee siempre la 'letra pequeña', que es en donde sibilinamente te indican que te arrepentirás de firmar tanto papelote.
Todo esto viene a cuento porque he leído en el periódico digital elboletin.com si quieres saber lo que debes pagar en el recibo de la luz, existe un simulador que permite comprobarlo.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), ha puesto en marcha dicho simulador de la facturación de electricidad. Aunque no me fio mucho de estas cosas, decido poner manos a la obra (no tiene nada que ver con el Opus) y entro decididamente en la página facturaluz.cnmc.es y pruebo el tema.
Me gustaría tener un simulador de esos que lo saben todo o casi todo y me dijeran cuales son los mejores ingredientes para tener la respuesta adecuada y completa para acabar de una vez por todas con esta pesada crisis que no se va ni con agua hirviendo.
Definitivamente, me gustaría tener ese simulador.