La disponibilidad de medicinas para combatir el dolor severo es limitadísima en bastantes de los países más poblados del mundo. Por lo menos 100.000 personas mueren de cáncer o de HIV/AIDS cada año sin acceso al tratamiento adecuado del dolor en países como China, India, Indonesia, Nigeria, Rusia, y Suráfrica
A veces se alzan voces diciendo que hay que superar la eutanasia comprendiendo el sufrimiento. Por supuesto que así es. Pero no es menos cierto que la respuesta que mejor entienden todos viene en los cuidados paliativos: Todo enfermo desahuciado debe recibir los cuidados paliativos adecuados para obtener la mejor calidad posible en los cuidados terminales.
Y es más: La asistencia del enfermo desahuciado, la agonía y el trance de morir deben ser afrontados por el médico con la misma profesionalidad , defontología y compromiso personal que emplea en la preservación o recuperación de la salud del resto de los pacientes (Declaración de Pamplona, de 1998 de la Organización Médica Colegial sobre la Medicina y el final de la vida).