Se podría decir que es el milagro europeo, pero esto no tiene nada de milagroso; Merckel y Sarkozy lo han tenido fácil, y un fenómeno como este jamás se presentaría en Francia que por algo es la madre de la democracia, o en la locomotora Alemana, que por algo es el motor productivo de Europa, o en Finlandia donde ser educador es la más alta de las aspiraciones profesionales de la gente.
Se podría decir que es el milagro europeo, pero esto no tiene nada de milagroso; Merckel y Sarkozy lo han tenido fácil, y un fenómeno como este jamás se presentaría en Francia que por algo es la madre de la democracia, o en la locomotora Alemana, que por algo es el motor productivo de Europa, o en Finlandia donde ser educador es la más alta de las aspiraciones profesionales de la gente.