Sin buscar la integración

Por Enriquerichard

– No sabemos qué hacer con Olga. Ha pasado por todos los recursos y de todos la han echado. Incluso ya no la quiere Tere en su pensión. Está enferma y siempre está bebida ¿Qué podemos hacer?

¡Nada! No quieras hacer nada que Olga no quiera hacer. Relájate. Es el momento de estar con ella, de acompañarla, de escucharla, de crear vínculos que te acerquen a ella, de aceptarla, de, simplemente, quererla…

No intentes integrarla. Ella está ahí dónde está y no quiere cambiar. Acepta. Tus soluciones no son las suyas, no las quiere… ¿Por qué no las quiere? No lo sé, pero ¿nos debe importar? Cuando aceptas que el otro no quiere nada de lo que tú le puedas ofrecer, estás aceptando tu propio fracaso y tu propia impotencia y sólo te queda descubrir al otro, acercarte para escuchar, para estar, para estimar…

¡Deja de preocuparte por el qué comerá o qué vestirá! Preocúpate de ella, de lo que nunca dirá. Crea vínculos, restablece el diálogo, escucha, calla, no intentes su integración.