¿Se acuerdan el día 13 de mayo cuando se derrumbó uno de aquellos edificios, esos apartamentos que el régimen norcoreano trataba de mostrar a los que venían a Corea del Norte su concepto de "modernidad"? Más de 400 víctimas mortales y los familiares de los trabajadores llorando por la pérdida de sus familiares. Pero esta noticia fue parcialmente invisible por los medios internacionales ya que el régimen pensó que el acontecimiento iba a dañar su imagen y también coincidía con el accidente del buque de Sewol en Corea del Sur. Todos íbamos a pensar que los responsables de la construcción de esos edificios iban a ser castigados severamente por el régimen. Personalmente pensaba que no evitarían la pena capital.
Pero, de repente, la sorpresa. Según las noticias de DailyNK, esos trabajadores no han recibido ningún tipo de pena sino que una advertencia por parte de Kim Jong-Eun diciendo que dichos edificios tenían que estar finalizadas para el mes de octubre. Y fin del asunto. Uno se queda boquiabierto cuando escucha este tipo de noticias. Más cuando se oye que los familiares de las víctimas no han podido recibir ningún tipo de recompensa por la desaparición. No pueden protestar porque supondría un acto de rebeldía hacia la élite política y serían muy probablemente encarcelados.
Dentro de poco, sus nombres empezarán a ser olvidados por el régimen. El exceso de la avaricia con el fin de mostrar una imagen totalmente diferente y distorsionada se ha saldado con más de 400 personas que no han tenido más remedio que obedecer a las órdenes de trabajar en unas condiciones laborales lamentables hasta que sucedió la tragedia. Tampoco trato de cumplir a los responsables de manera completa ya que ellos también fueron los que cumplieron con su labor. ¿Entonces quiénes son los verdaderos culpables de esta desgracia? Parece que esta vez la respuesta es mucho más clara de lo que pensábamos. El diario de Corea del Norte