Karola abre su mano izquierda con la palma hacia arriba, empuña la derecha y la pone encima. Su hijo Eduardo también extiende su mano izquierda con la palma hacia arriba y sobre ella coloca cuatro dedos de la derecha. Con el lenguaje de señas ella grafica la palabra “ayuda” y él “estudiar”.Eduardo, de 17 años, es uno de los once jóvenes con discapacidad auditiva, de entre 17 y 22 años, que no pueden iniciar sus estudios en el primer año de bachillerato por la ausencia de traductores de señas, en los planteles de la ciudad de Santo Domingo.Karola explica que los once alumnos culminaron sus estudios de décimo año de educación básica en el Instituto de Educación Especial Fe y Alegría, donde recibían enseñanzas con atención especializada para personas con deficiencia auditiva. Sin embargo, agrega que al inicio de este año lectivo sus hijos no pudieron ser inscritos en ningún colegio de educación regular porque no se ha realizado la contratación de intérpretes de señas que traduzcan las enseñanzas de los docentes en clases.Los progenitores indican que solicitaron la contratación de dos intérpretes a la Dirección Distrital de Educación en Santo Domingo y a la Dirección Zonal de Manabí, pero ante la falta de respuesta el pasado 6 de mayo presentaron una queja en la Defensoría del Pueblo, por la supuesta falta de inclusión educativa de sus hijos.“Este pedido no es un trámite que se realiza desde ayer, tienen conocimiento desde diciembre (2012)”, indicó Juan Carlos Pachacama, padre de uno de los alumnos. Él y el resto de progenitores aseguraron que sus hijos no pudieron continuar estudiando en Fe y Alegría porque no se concretó un proyecto para seguir el bachillerato.Sobre las repuestas que indican haber recibido en Santo Domingo, Margarita Jiménez, madre del estudiante Edwin Basurto, de 22 años, sostiene: “Nos dijeron verbalmente que no hay una resolución para contratar a los intérpretes”.Alexandra Anchundia, delegada provincial de la Defensoría del Pueblo, dice que ha solicitado a ambas direcciones del Ministerio de Educación información para conocer qué impide a los once jóvenes iniciar sus estudios de bachillerato.En tanto, los padres conocieron que el jueves pasado el ministro de Educación, Augusto Espinoza, mantenía una reunión en Santo Domingo con funcionarios y, sorteando obstáculos, le solicitaron una audiencia, en la que expusieron la situación. El ministro pidió a la directora zonal, Marlene Jaramillo, que resuelva la contratación de los intérpretes hasta este viernes.Mientras esperan solución, Karola repasa con su hijo Eduardo los conocimientos adquiridos el año anterior y mantienen su súplica de ayuda para poder estudiar.DestacadosLos once jóvenes con discapacidad auditiva son la primera promoción de graduados en el Instituto de Educación Especial Fe y Alegría, donde recibían enseñanza con atención particularizada. Muchos de los chicos han obtenido altas calificaciones durante sus estudios, incluso, han ganado medallas en las Olimpiadas Especiales.