De este modo los afines al género se llevan un chasco detrás de otro. Debo reconocer que en un principio no me aventuraba mucho, tenía un par de autores de cabecera y como tenía tanto pendiente por leer de su obra no me arriesgaba a conocer a otros. La blogosfera es lo que tiene que te abre las miras, comienzas a conocer autores, detectives, otras latitudes, y poco a poco caes bajo su influjo.
Hubo un tiempo en el que se pensó que cualquier novela nórdica tildada de negra por fuerza debía ser buena, y me llevé un par de chascos sonoros y algún otro más ligero, pero quedé igualmente defraudada. Hasta que me quedé con un par de ellos, a lo sumo tres que sigo leyendo a pesar de todo. Así que volví los ojos allende nuestras fronteras, y me encontré con Domingo Villar y su detective Leo Caldas, y no veas las ganas que tengo que publique una nueva entrega. Cuando la editorial planeta etiquetó de novela negra Fácil de matar, de Maruja Torres me lancé de cabeza a disfrutarla, y no me la abrí como un melón porque ya iba un poco precavida.
Aun no siendo novela negra, sino más bien una novela de detectives con su buena dosis de intriga, Maruja Torres me convenció con la primera entrega de Diana Dial, su alter ego, y cuando Planeta publicó sin Entrañas ya imaginé lo que podía encontrar en ella, pero no dude en adentrarme entre sus páginas.
La autora
Poco más puedo añadir a lo que ya os conté de ella en la anterior reseña, pero por si os la perdisteis os lo dejo aquí de nuevo.
Diana sale de Beirut después de hacer justicia en su último caso, se va sin despedirse de nadie como un ladrón en medio de la noche. Tras hacer lo que su conciencia le ha dictado y que sabe que le recriminará su amigo, recala en Egipto como invitada de Lady Roxana, una mujer superficial y amiga de lo fatuo y el fasto. Lo que no espera Diana es la bomba que lady Rox le tiene reservada, la invitación tiene como fin que investigue la muerte de su hermano, que oficialmente se produjo de muerte natural, y que ella siempre ha sospechado que fue intencionada.
Para ello recrea de nuevo el crucero a bordo del S. Karnak en el que murió Oriol, con los mismos invitados a bordo, si exceptuamos la presencia de Diana, Fattush el inspector de policía libanés con el que suele trabajar y su sirvienta filipina Joy. La aventura les depara a todos sorpresas, a los invitados porque se enteran que son sospechosos de asesinato, a Diana porque Roxana desvela el as que debería tener guardado en la manga para no dificultar la tarea.
Una vez comenzada la investigación Diana se va a encontrar más trabas que ayuda por parte de su amiga, hasta el punto de plantearse que esconderá. Poco a poco Diana va desentrañando la verdadera naturaleza de la muerte de Oriol, y se dará cuenta de cada uno de los 15 invitados al crucero tenía una razón para matarlo.
Impresiones personales
A pesar de ser este el segundo caso de Diana Dial, se puede leer independientemente de su primera novela, puesto que las menciones que hace a su primera novela son tan vagas que no dificultan su lectura, aunque de haber leído la primera se puede extraer un patrón y es que el asesino siempre es el mismo, se da vueltas, no se sospecha de él para terminar siendo con ayuda de algún cómplice la mano ejecutora, y eso la verdad es que no me ha gustado, puesto que si leo una tercera entrega de antemano voy a saber quién es el culpable y eso le va a restar gracia a la intriga.
Si en el primer libro lo que más me llamó la atención fue el profundo conocimiento de la autora de la sociedad en la que ambientaba la acción, en esta este conocimiento no es tan exhaustivo, por lo tanto no nos encontramos con descripciones detalladas de enclaves, si que nos relata alguna que otra costumbre egipcia, pero no es una novela en al que Egipto o el Nilo luzca con todo su esplendor, para ello quizás debamos elegir a otro autor.
Esta novela a mi entender se concibe como homenaje a la reina del crimen, Agatha Christie, puesto la acción transcurre en el S. Karnak, un barco de vapor en el que esta ambienta una de sus novelas, Muerte en el Nilo. La estructura de la novela es muy parecida en su resolución a la de la dama del crimen, sin embargo cuenta con un toque irónico que ya hubiera querido para sí la británica.
Sin embargo no es la única homenajeada, si hay un autor español que se haya caracterizado por su amor a Egipto y por plasmarlo en sus novelas, ese fue Terenci Moix, gran amigo de Maruja Torres y al que le dedica su momento de gloria de la mano de uno de los personajes Ismail, que está escribiendo sobre su obra ambientada en Egipto su tesis doctoral. Y es que tengo que reconocer que este escritor me enamoró Con no digas que fue un sueño y después vinieron otras, y me inoculó su pasión por el país de las pirámides, aunque esta novela no es un exponente de este amor que Terenci Moix destilaba.
Nos encontramos como he comentado al principio ante una novela de detectives, o de intriga, pero no una novela negra, puesto que el peso de la trama recae en los personajes y las razones que estos puedan tener para deshacerse de otra persona, no planea el mal por el ambiente, ni encontramos sordidez. Y por recaer en los personajes y ser estos tan importantes los describe con guante blanco, al menos a los que no conocemos de anteriores entregas.
Personajes:
Diana Dial: es nuestra peculiar detective, con un sentido de la justicia muy personal y que no siempre coincide con hacer cumplir la ley. Podemos ver claramente que es el alter ego de Maruja Torres con su pelo corto, revuelto y ese vestir informal, sin grandes alardes. Como no podía ser de otra forma ha sido reportera y periodista, pero se ha alejado de este mundo gracias a una pensión más que generosa que recibe de su ex marido. No es detective profesional porque carece de licencia, sin embargo su fino olfato le procura casos, que suele resolver gracias a los pellizcos que siente en el estomago que le colocan sobre la pista del posible asesino.
Fattush: es el inspector de policía libanés amigo de Diana Dial, con la que mantiene una relación profesional que nunca traspasa la línea de lo personal. Atractivo, con el pelo recogido en una coleta, suele ponerle los puntos sobre las íes a Diana sin cuestionar nunca sus actos. En esta entrega tendrá que lidiar con Lady Roxana que parece haberse encaprichado de él.
Joy: es la sirvienta filipina de Diana, abandonó su servicio al mismo tiempo que esta Beirut y recaló en el Cairo con su marido Ahmed, y a la que Diana rescata de su vida familiar para que le atienda durante el crucero.
Estos tres personajes son los comunes a las dos novelas a partir de aquí comienza un desfile de lo más variopinto.
Oriol Laclau i Masdeu: Un personaje poderoso que desde el principio de la novela sabemos que está muerto y ha sido momificado, de ahí el título de la novela. Su muerte en apariencia natural, fue un asesinato premeditado, ¿pero quién consiguió perpetrarlo y salir impune? Un personaje revestido de gloria que termina cubierto de más sombras que luces, con el que es imposible empatizar ni sentir un ápice de lástima, incluso cuando se desvela el final que sufrió.
Lady Roxana: Una falsa lady, hermana de Oriol, quien siempre ha sospechado que la muerte del magnate no fue del todo natural, y para ello monta la farsa del crucero por el Nilo en el que los invitados son poco menos que prisioneros en un barco a vapor. Excéntrica como pocas viaja acompañada por un sinfín de pelucas de colores que luce sin ningún recato, y a lo largo de la lectura también tendremos oportunidad de saber porque las usa. No es todo oro lo que reluce en su apariencia, como en la del resto de los personajes.
Lady Margaret, Marga para los conocidos, la auténtica lady británica, una mujer postrada en una silla de ruedas debido a un accidente doméstico. Esposa abnegada de Oriol, que esconde muchos secretos, algunos de los cuales compartía con su marido, que no era precisamente un benefactor. Es un personaje realmente sorprendente con muchos matices que el lectora podrá aprehender conforme se vaya desarrollando la trama.
Claudia y Laia Mollá: En apariencia hermanas, sin embargo ambas esconden un secreto que pocas personas conocen. Ambas tenían motivos para odiar a Oriol, por su carácter tiránico con ellas, y su poco tacto.
Ismail: un licenciado en filología enamorado de Laia Mollá, que desea recalar en España y escribe su tesis doctoral sobre la obra ambientada en Egipto de Terenci Moix.
Fuad El Rashid: cantante egipcio, ídolo de masas a pesar de su vejez, que viaja acompañado de su hijo Raheb y su esposa Farida, ambos igual de jóvenes que esconden un as en la manga…
Haggar: conocedor de muchos de los secretos de la cuñada, es un nubio que se dedica al cuidado y atención de Marga y por añadidura de Roxana, dará mucho juego a lo largo de la novela.Joan Creus: Amigo de la infancia de Oriol reconvertido a médico de la familia cuando este sufrió su primer gran susto. Toda la vida a la sombra del magnate y tras su muerte al cuidado de Margaret, mujer a la que ha amado siempre.
Hadi Sueni: miembro del gobierno de Mubarak, un personaje corrupto que ayudó a Oriol a conseguir una colección de antigüedades de gran valor, pero por lo visto no lo hizo de forma desinteresada. Gran conocedor del entramado político de su país y bien situado es capaz de mover a su antojo muchos hilos.
Lulú Cartier: La última conquista de Sueni, una francesa con aires de grandeza, a la que el egipcio ha colocado como arqueóloga sin tener los conocimientos necesario para ello.
Pitus Morrow: El biógrafo de Oriol Laclau, un personaje con muchas sombras, que nos sorprenderá en más de una ocasión y que dará alguna que otra clave a Diana para resolver el caso.
Alfons Permanyer y Dolors Moltó: empleados del difunto Oriol, y ahora en nomina de sus hermana, no son trigo limpio y a esa conclusión llega Diana pronto con solo observarles.
Con este elenco de personajes de lo más variopinto y dibujados con esmero tenemos un caso que si bien no es original, porque recuerda demasiado a la novela de Agatha Christie si destila morbosidad e ironía, y el tiempo en el que está ambientado el Egipto previo a la caída de Mubarak también le confiere cierta gracia, puesto que somos conscientes de todas las corruptelas de la mano de Lady Roxana y Hadi Sueni.
Maruja Torres hace gala de un estilo sencillo, con abundancia de diálogos que permite que la lectura fluya. Nos da una de cal y otra de arena, con unos personajes muy atractivos y una investigación que amenaza con estancarse y que se resuelve de la forma más sorprendente porque ni siquiera la detective pensaba que pudiera conseguirlo.
Sin embargo creo lo más atractivo es el final, saber quien está detrás de esa muerte y que le empujo a ejecutarla y porqué, y como no con qué. La crueldad del final de Oriol nos deja sin palabras aunque no lo suficiente como para sentir lástima del finado.
Y como siempre la justicia a lo Diana Dial te deja con una sonrisa en la boca, y es que la ironía de la autora no tiene límites.
Conclusión
Una lectura ágil, dinámica, y sobre todo apta para estos meses de calor. Un aliciente para los amantes de la reina de crimen, porque recrea sus prácticas, aunque eso a mí al principio más pronto me causó recelo que otra cosa. Porque sin venir a cuento, porque los estilos son diferentes me vino a la cabeza Invitación a un Asesinato de Carmen Posadas, que me decepcionó profundamente…
PD: Hoy es viernes y debería presentaros mis lecturas, voy a dejar un breve inciso porque me es imposible hacer una entrada como toca. Me acompañan estos dias dos lecturas de la Editorial Planeta. El tiempo mientras tanto y el Error Azul, aunque este ultimo no consigo avanzarlo porque no cojo el transporte publico y no lo voy a hacer hasta agosto, así que lo dejaré ya para el maratón. Se que ambas lecturas os son conocidas así que supongo que no echareis de menos los principios. Me estan gustando ambas y pienso que estan bien escritas, muy bien escritas. Pero os contaré más en mis reseñas.