Miro al cielo
me exilio en el éter
me refugio en las nubes
y me guarezco bajo las alas
de azulejos, colibríes y loros.
Pero, a veces,
frecuentemente,
el cielo se tolda
las nubes se aceran
las aves se extravían
El cielo me aplasta
y no hay hacia donde huir.
Golcar Rojas, noviembre 2017