Concluye aquí la saga de Los tres evangelistas, que debería ser la saga del Alemán. Ya desde la novela anterior, Más allá, a la derecha, Louis Kehlweiler es de largo el cantante solista, a lo sumo le hacen los coros los chicos de la desvencijada casa de la calle Chasle.
La más canónica de las tres, la más ordenada y la más adictiva: Clément es un chico al que llamaríamos un poco lento, y que aparece como el más que probable autor de la muerte de dos mujeres acuchilladas en París, ya que hay testigos que lo sitúan merodeando a las víctimas. Ayudado por su antigua madre adoptiva, una prostituta retirada amiga de Louis, acaba encontrando cobijo en la desastrada casa de los Evangelistas, en tanto Lucien, Mathias , Marc y Kehlweiler investigan si es o no realmente el autor de los homicidios, o sólo el tonto útil.
Es de las que van de un tirón, me ha dado para dos días.
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