En el que seguramente fue el amistoso internacional que en los últimos años más expectativas creó en la previa, la selección argentina venció con claridad a España (4-1), en un encuentro demasiado desvirtuado por los cambios y en el cual el Campeón del Mundo lejos estuvo de exhibir su mejor nivel.
Lionel Messi, Gonzalo Higuain, Carlos Tevez y el “Kun” Agüero marcaron los goles de un equipo argentino al que le bastó con una ráfaga electrisante para romper con las equivalencias.
En frente, estuvo un combinado español que si bien en el comienzo del encuentro hizo gala de su toque corto y de primera, se mostró apático y poco comprometido con el espectáculo.
Esto fue algo de lo que el equipo de Batista se aprovechó, mostrándose predispuesto y presionando constantemente cuando no tenía el balón en su poder, lo cual fue generando perdidas no habituales en España.
Una de ellas, propició el primer gol argentino, marcado por Messi a los 9 minutos de juego. El crack recibió de Tevez y ante la salida de Reina definió con la sutileza acostumbrada.
España defendía mal y encima lo hacia con su línea de fondo marcadamente en línea, lo cual permitía que Argentina lastimara con pases profundos y verticales de Banega, Cambiasso y hasta del mismo Tevez, quien sobre los 13 volvería a calzarse el traje de asistidor.
Otro delicioso pase suyo dejó solo y mano a mano a Higuain, quien de un amague dejó sentado a Reina y definió ante el intento de cierre desesperado de Pique.
Una ráfaga había bastado y Argentina disfrutaba de una ventaja impensada en la previa y que se acrecentaría a los 34, tras el despiste de Reina (recibió un pase atrás y se resbaló cuando quiso controlar) y el gol de Tevez. Paciente y prolijo, el equipo trasladaba el balón de un lado al otro frente a una España desconocida y desconcertada.
La ventaja y el paso del tiempo, fueron dándole otro matiz al juego. Argentina pareció relajarse, cesó en su intensidad y paulatinamente, el once de Del Bosque comenzó a tomar un poco más de confianza con la pelota.
No obstante, lo que le faltaba era mas participación de Iniesta y mayor precisión para habilitar correctamente a Villa, de lo mas peligroso (estrelló dos disparos en el travesaño, uno de tiro libre) jugando como única referencia ofensiva.
Lo que en el cierre del primer acto pareció ser solo un breve impas, se hizo costumbre en el complemento. Argentina se relajó aun mas, perdió por completo el control de la pelota y le permitió a España, ya con muchos cambios (cuatro en el entretiempo) gozar de libertades en el traslado.
Las mismas, no fueron del todo usufructuadas por el Campeón del Mundo, a quien de todos modos le alcanzó para crear unas cuantas chances claras que le permitieran descontar. Entre ellas, un cabezazo desviado de Llorente, un mano a mano desperdiciado por Navas y un remate al travesaño de Cazorla, a la salida de un tiro libre ejecutado por Xavi (ingresó promediando la etapa).
Poco pudo verse de Argentina, tan solo una buena acción combinada (de las mejores) en la que tras un taco magistral de Cambiasso, el tiro a colocar de Higuain fue desviado por Valdez.
España ya había transformado en decorosa una actuación sumamente pobre y lo haría aun mas evidente tras el descuento posterior de Llorente, precedido de una acción muy bien armada y en la que Pedro no llegó a conectar cuando el 2-3 ya parecía una realidad.
El golazo final de Agüero, con participación activa de un D’ allesandro al que realmente no se entiende porque Batista le dio solo dos minutos en cancha, solo sirvió para darle un cierre acorde a un encuentro en el que sin alcanzar momentos de gran lucidez futbolística, Argentina redujo a la mínima expresión a un equipo español que al parecer solo vino a formalizar.
Los goles del encuentro:
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