Sin el miedo de la primera parte y con los cojones de la segunda. Grande Emery una vez más, sabiendo inculcar los huevos necesarios para remontar un partido difícil y que a más de uno, seguramente, le olería a goleada blaugrana tal y como se desarrollaban las cosas en en los inicios. Yo, no las tenía todas conmigo.
Poco a poco nos fuimos soltando la presión, el miedo y el agarrotamiento para entrar por bandas y someter al Barsa de la misma manera que ellos lo hicieron con nosotros al principio.
Dos golazos de los catalanes, dos detalles de calidad de los que seguramente sean sus principales estrellas...Messi y Neymar. Nosotros necesitamos de jugadas, de detalles de todos y cada uno de los futbolistas, de nervio, de garra, de coraje, de lucha, de todo eso que no tiene el FC Barcelona por no necesitarlo en la mayoría de las ocasiones. Los nuestros saben de esas cosas un rato largo y Unai mucho más que Luis Enrique.
Todos soñábamos antes del partido con seguir con nuestra particular imbatibilidad en Nervión y lo hemos conseguido. Seguimos incrementando la historia. Seguimos creciendo.
Pasó lo complicado y lo hemos sacado con nota. Hemos plantado cara al Todopoderoso Barcelona de los talonarios. Hemos llenado Nervión para asustar con nuestras armas, para hacer sonar miles de gargantas con ese Himno que pone los vellos de punta y las lágrimas en los ojos. Impresionante.
Fin de semana palaciego, tranquilo, a verlas venir, de momento con el empate de los colchoneros y haber que hacen los valencianos.
Nosotros hemos cumplido. Los deberes hechos y de paso asustamos algo más al Zenit de cara al jueves.