Dos extraterrestres son enviados a nuestro planeta con la misión de adoptar forma humana e investigar los usos y costumbres del lugar. Tras un aterrizaje caótico en un páramo de Sardanyola, uno de los extraterrestres - del que no conocemos su nombre y que será nuestro narrador-, ordena a Gurb que adopte la forma corpórea de Marta Sánchez para pasar inadvertido entre los lugareños.
Teniendo en cuenta que la acción transcurre en la Barcelona preolímpica y que Marta Sánchez está en pleno auge de su carrera, os podéis imaginar lo inadvertido que pasa Gurb en cuanto sale de la nave espacial, que también ha adoptado forma de casa, y se topa con el primer hombre que se le cruza en el camino.
Desde ese momento, Gurb desaparece sin dejar rastro ni ponerse en contacto con su compañero que iniciará una alocada búsqueda por la Barcelona del 92 adoptando formas tan dispares como la del Conde Duque de Olivares, Gary Cooper o el Papa Pío XII.
Escrito en forma de diario, Mendoza hace una mordaz crítica de la sociedad barcelonesa que se prepara para los Juegos Olímpicos y donde el poder público despilfarra cantidades ingentes en obras faraónicas abriendo más zanjas que en un campo de batalla.
Es un libro ameno, de lectura fácil y ligera, y no sólo por la breve extensión de sus páginas si no por la exquisita ironía y mordacidad de Mendoza, las disparatadas situaciones que vive nuestro anónimo extraterrestre y las claras descripciones de la Barcelona de los años 90.
Dejando de lado los años en los que transcurre la acción, y que Pascual Maragall ya no es alcalde de Barcelona, sigue siendo una lectura recomendable con la que pasar un buen rato.
Solo espero que si os animáis a leer Sin noticias de Gurb –y si sois de risa fácil como yo- no os pase como a mí, que cuando iba leyendo el libro en el autobús no podía dejar de reírme a carcajadas y la gente se me quedaba mirando como si estuviera loca.
Fuente imagen: http://2.bp.blogspot.com/_X_NX4SwnPUg/TIf9MlGqQyI/AAAAAAAAAgE/SB9_nhpuvJI/s1600/20080328-Sin+noticias+de+Gurb.jpg