Sin perdón (1992)

Publicado el 03 junio 2011 por Alberto Vil @cajonAV
"Clint estaba tan seguro de que deseaba hacer “Sin perdón” que tuvo el guión en su cajón durante nueve años, hasta que creyó tener la edad adecuada. Se lo había comprado a David Webb Peoples, coguionista de "Blade Runner", después de que el guión anduviera dando tumbos y Coppola dejara expirar los derechos que tenía sobre la obra sin decidirse a rodar la historia.
A Clint le encantó este ex atracador de trenes y bancos, que Peoples había escrito en 1976 con el título de “Los asesinos de la prostituta rajada”. Se trataba de un guión ambientado justo en los últimos años del siglo XIX, el tiempo del crepúsculo de los personajes relevantes que habitan las películas del género y que juegan con las enormes monedas de dólar acuñadas todavía en plata de ley. En 1876 coexistían Wild Bill Hickok y el general Custer; En 1881 es asesinado Billy el Niño y se produce el ajuste de cuentas en O.K. Corral; en 1882 matan a Jesse James.
El ferrocarril costa a costa, el telégrafo, la victoria de la industrialización yanki frente al mundo agrícola y ganadero del sur, acaba con los pistoleros que pasan de ser perseguidos por delincuentes a serlo por periodistas y escritores capitalinos.
Despreocupándose del mínimo rigor histórico o siquiera esforzándose por ser realistas, los periódicos exigen mitificación fácil y romanticismo, los mismos elementos que se trasladarían luego a la variante urbana del pistolero, el ganster de la época de la Depresión.
El interés personal de Eastwood se expresó en dinero, la película más costosa hasta ese momento de su productora Malpaso. Rodó en escenarios naturales, se construyó por completo Big Whiskey, muy parecido a cualquier pueblo del Oeste, y los diversos ranchos y granjas. Se pudo encontrar un tren de vía estrecha, y se aprovechó la ciudad californiana de Sonora, milagrosamente intacta hasta hoy con sus casas de mediados del siglo XIX. Se rodó en once semanas, uno de los rodajes más caros de Malpaso.
Richard Harris con sus aparentes aires de gentleman, sirve para contrastar la brutalidad salvaje del Oeste con su sofisticación y modales. Gene Hackman necesitó más de una conversación con Clint porque no estaba convencido, pero Eastwood quería su capacidad para hacer personajes ambíguos, capaces de la mayor violencia partiendo de situaciones normales.
Clint no tenía ninguna duda sobre su propio personaje, sus vaqueros anteriores le conducían a la interpretación, una especie de ajuste de cuentas a su modo. Se lo pasó muy bien haciéndolo y el momento personal en el que estaba queda claro en una de sus múltiples reflexiones al respecto: “Cuando te haces viejo tratas de hacer las cosas que te gustan más. Te vuelves más egoísta. No quieres seguir corriendo ni ir saltando de edificio en edificio. Ésta es la razón por la que Sin perdón es para mí una película importante, resume mis sentimientos sobre ciertas películas en las que participé…”
“Sin perdón” gustó tanto a crítica y público que Clint no se lo podía creer. Le compararon con Ford, con Bergman, con el cine de género más grande. Fue el tercer western que ganó el Oscar a mejor película. Los dos anteriores fueron “Cimarrón” de 1930, y “Bailando con lobos” en 1990. Su triunfo crítico en Europa superó el de Usamerica y asentó desde entonces la imagen de “autor” de Eastwood, para sorpresa de muchos que veían aquella cara de palo muy bien empleada en un western inesperado capaz de barajar el enfoque tradicional con el más revisionista, y cuestionando moralmente a los dos. “Sin perdón” sigue siendo el western más reflexivo que jamás ha producido Hollywood".(loqueyotediga.net)