Sin preguntas no hay cobertura.
Antón Losada, un profesor gallego de 45 años que imparte Ciencias Políticas en Santiago de Compostela y es articulista en varios medios, acaba de sugerir en su blog personal (antonlosada.blogspot.com) que periodistas y medios invitados en ruedas de prensa sin preguntas ni debates no asistan a ellas. “Si queremos reaccionar de manera efectiva –dice Losada–, debemos ser igual de sencillos y contundentes en nuestros medios que esos estrategas. Si lo que quieren es que no haya debates ni preguntas, la respuesta debería ser: vaya usted a contarle su vida y venderle su mercancía a otro”.
La solución es sencilla, según Losada, quien se expresa con más claridad que los políticos que chupan cámara y pretender tener a los periodistas a su servicio. “Es importante no dispersarse, ni derrochar esfuerzos esperando una respuesta coordinada o corporativa. Pero algunos no lo harán porque no entienden así el oficio, ni están seguros o no están de acuerdo. Que se haga o no, depende de que quienes entendemos así el oficio de contar y analizar… Debatir o dar respuestas conforman una obligación, no una opción estratégica. Cuando un político comparece y no acepta preguntas, esa es la noticia. Lo que diga, es publicidad. Debería pagarla y deberíamos presentarla como tal. Así se garantiza efectivamente el derecho a la información del ciudadano. Haciéndole saber que no recibe información, sino propaganda”.
Tales afirmaciones llevan a una conclusión evidente: “Deberíamos exigir la obligatoriedad mínima de debates con formato clásico y señal libre para todos. Los medios deberíamos ofrecer la posibilidad de debates con sillas vacías, dejar de supeditar nuestros formatos a las estrategias de los partidos y regular fórmulas para hacer pagar con menos presencia a quién evite debatir. No vale ya la equidistancia. Ni todos los políticos son iguales, ni todos los políticos prefieren no debatir o no contestar preguntas. Empecemos a tratar a cada cual como se lo haya ganado y se merezca”. Y si, pese a todo, un medio se empeña en informar de lo que un político dice, sin posibilidad de hacerle ninguna pregunta, ya no cabe ninguna duda: o es que cobra, bajo mano, por promocionar al mismo o es que es tonto y no merece ser leído.
En Twitter ha sugerido esta iniciativa. Todo empezó con la sugerencia de Antón Losada. A partir de ahí, surgió este movimiento al que se han unido directores y presentadores de Radio Nacional como Juan Ramón Lucas, el director de Público, Jesús Maraña, el de Interviú, Alberto Pozas, el de Mundo, Pedro J, Ramírez y otros. Estos medios se han comprometido a no aceptar más intervenciones de políticos que no admitan preguntas de los periodistas. Carlos Fonseca, periodista de El Confidencial, explica, además, que no se puede confundir “información con propaganda”. Por su parte, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) insta a los medios de comunicación que no cubran convocatorias informativas, como ruedas de prensa, en las que no se permita preguntar a los periodistas.