“Sin retorno”: Atropello a la verdad

Publicado el 18 febrero 2011 por La Mirada De Ulises

[5/10] El cine argentino se refugia en el subgénero del falso culpable para trenzar una historia en donde el azar, el miedo y la mala conciencia determinan el devenir de los acontecimientos, junto a unos medios de comunicación que mueven a la opinión pública y condicionan a la justicia. Así es “Sin retorno”, opera prima de Miguel Cohan que cuenta con un reparto de lujo encabezado por Federico Luppi y Leonardo Sbaraglia. Buenas mimbres para una historia convencional por su temática pero más aún por su estructura y guión, con un cúmulo de circunstancias rocambolescas y fortuitas que en algunos momentos resultan poco verosímiles y donde el éxito de la cinta pasa por la interiorización de unos sentimientos de culpa o de rebeldía ante lo injusto.

Un accidente de tráfico se cobra una víctima mortal y Fede es declarado culpable con una pena de tres años de cárcel. El verdadero responsable del siniestro es Matías, un adolescente que se da a la fuga entre el temor y la desesperación mientras se desangraba el ciclista atropellado. Protegido y encubierto por una familia que también huye hacia adelante y oculta la verdad, la vida de Matías sigue aparentemente su curso, aunque el temor va por dentro… mientras que Fede sale de prisión decidido a averiguar lo ocurrido aquella noche y a descubrir al mentiroso impostor. Decisiones personales con sus responsabilidades y remordimientos, una conciencia con un sentido ético que a veces no va parejo al legal, y un uso sensacionalista de la noticia junto a la necesidad de conocer la verdad… para unas vidas truncadas por el miedo y la injusticia.

Es una lástima que el terreno esté ya muy trillado por el cine y que Cohan no aporte nada nuevo ni despierte verdaderas inquietudes en el espectador, que eche mano de un montaje paralelo que hace inocente el equívoco inicial y previsible el desarrollo del conflicto –cuando se empantana y cae el ritmo narrativo–, y donde sólo el desenlace responde –eso sí, de manera poderosa– a las expectativas de unos personajes que hasta entonces parecían marionetas del destino. Tanto Luppi como Sbaraglia sostienen como pueden y de manera meritoria una trama un tanto artificiosa, y le dan algo de consistencia con unos personajes convincentes y de fuerte personalidad fuerte, algo que le pilla grande al joven Martín Slipak con su Matías. Tampoco están logradas las elipsis temporales, que hacen que la historia avance a saltos y pierda credibilidad la evolución de sus personajes, con unas motivaciones entre la duda y la venganza que no quedan del todo bien resueltas.

La esquemática y elemental trama de este thriller no emociona ni engancha más allá de la tensión que genera la injusticia cometida, y se antoja excesiva la Espiga de Oro recibida en la última Seminci –compartida nada menos que con Kiarostami por su “Copia certificada”– y el Premio Pilar Miró como mejor director debutante. Un trabajo correcto con un Sbaraglia justiciero y salvador de la cinta, que trata de levantar acta de la crónica de un falso culpable y de una conciencia inquieta que piden justicia más allá de los tribunales. Un camino sin retorno ni reparación posible porque la mentira ha ido engordando demasiado y el daño ya está hecho… aunque se persiga con ahínco la verdad y ésta acabe triunfando sobre la mezquindad.

Calificación: 5/10

En las imágenes: Fotogramas de “Sin retorno”, película distribuida en España por Alta Classics © 2010 Haddock Films, Castafiore Films y Tornasol Films. Todos los derechos reservados.